Amador Menéndez, actualmente en el Centro Tecnológico Idionial, ha investigado en centros como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Allí, junto a otros cinco investigadores, estableció un récord mundial de eficiencia en la captura de energía solar. Afirma que este es el siglo en el que se logrará adiestrar a la luz. A las 12.00 horas de hoy, en el Aula Magna del Aulario Sur del campus de Gijón, impartirá la conferencia “Los nuevos materiales ante los desafíos del tercer milenio”.
–¿Cuáles son los nuevos materiales?
–Ahora mismo hay una nueva tendencia que son los materiales fotónicos. Son materiales que nos permiten atrapar, guiar y manipular la luz. Tienen un grandísimo potencial. Los hay de naturaleza orgánica (basados en el carbono), inorgánicos, etc. El siglo XXfue el siglo de la electrónica, el siglo XXI es el siglo de la fotónica. Estamos aprendiendo a domesticar la luz y eso encierra un sinfín de prometedoras aplicaciones, que permitirán hacer frente a grandes desafíos de la humanidad.
–¿Cuáles son esos desafíos a los que nos enfrentamos?
–Yo diría que hay dos grandes desafíos, que son la salud humana y la salud del planeta. Estamos en un momento clave en lo que respecta a la transición energética hacia fuentes de energía renovables y respetuosas con el medio ambiente, como la solar. Y ahí los nuevos materiales jugarán un papel crucial. La energía solar tiene un grandísimo potencial, pero actualmente solo aprovechamos una pequeña fracción de la radiación solar incidente. Con los nuevos materiales podremos “exprimir” el Sol y desarrollar una nueva generación de celdas solares fotovoltaicas más eficientes.
–Afirma que estos nuevos materiales tendrán aplicación en el sector de la salud humana, ¿cuáles son?
–Será posible un diagnóstico preciso y temprano, en los estadios iniciales de la enfermedad, cuando todavía puede ser fácilmente abolida. También harán posibles terapias dirigidas que matan exclusivamente a las células cancerígenas, dejando intactas a las sanas. Los nuevos materiales han sido claves en algunas de las vacunas desarrolladas contra el covid-19, ya que protegen al material genético de las mismas, evitando así su degradación y pérdida de eficacia.
–¿Qué está investigando en este momento?
–En algunos de los tópicos aquí descritos, como la energía solar fotovoltaica o la generación de hidrógeno verde. En el campo de la salud humana investigamos, entre otras aplicaciones, en el desarrollo de filtros ópticos avanzados que preservan los ritmos circadianos. Se trata de ritmos biológicos con una periodicidad de 24 horas. La iluminación artificial permitió extender la duración de los días, pero trajo una alteración del sueño y los ritmos biológicos, fenómeno conocido como cronodisrupción, lo que se traduce en numerosas enfermedades.
–¿Cómo serán los materiales del futuro?
–Serán inteligentes y dialogarán con su entorno, proporcionando respuestas específicas a estímulos determinados.
