Cuenta atrás para el juicio de un caso de violencia de género que conmocionó a Gijón: el crimen de Lorena Dacuña. Los hechos tuvieron lugar el 2 de febrero del año pasado y la expareja de la víctima, José Manuel S. M., se declaró autor de los hechos tras ser detenido. En junio de este año, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, cambió su versión. La Sección Octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón, ha dictado el auto de hechos justiciables. En él, acepta las pruebas presentadas por las partes y fija el enjuiciamiento de José Manuel S. M. por un delito de asesinato. Este auto es el último paso para la celebración del juicio, ya solo pendiente de que se fije la fecha.
El Ministerio Fiscal, la acusación particular y la Abogacía del Estado mantienen que el acusado, en la madrugada del 2 de febrero de 2020, acudió a un establecimiento hostelero que frecuentaba la víctima. Allí vio a Dacuña con otro hombre de nacionalidad portuguesa y les siguió hasta la vivienda de ella, en la calle Callao. Se escondió en el portal, subió hasta el piso, “sacó un cuchillo que llevaba en su mochila –apunta el auto–, pero que se rompió sin saber cómo, por lo que el acusado se fue a la cocina a por otro”. En ese momento, el hombre que acompañaba a Dacuña huyó. La mujer fue apuñalada hasta en 13 ocasiones y la herida que ocasionó la muerte “fue la entrada del arma en la cavidad torácica con perforación del pericardio y del ventrículo izquierdo cardiaco”. La acusación particular reproduce, en los antecedentes de hecho del auto, prácticamente la misma versión.
La defensa alega que “no sucedieron los hechos como refieren las acusaciones, ya que el pasado día 2 de febrero de 2020, José Manuel Sánchez Merino no se dirigió a su domicilio a coger dinero y ningún cuchillo que introdujera en su mochila”. “Desconoce quién pudo llevar a término la muerte de Lorena Dacuña Fernández”, añade.
Una versión totalmente distinta a la que ofreció el acusado tras su detención, que se produjo cuarenta y ocho horas después de que se encontrara el cuerpo de la víctima. Llegó a decir que “la maté porque la vi besándose con otro hombre”. En cuanto al acompañante de Lorena Dacuña, se personó en la Jefatura de la Policía para asegurar que huyó de la casa porque se había asustado.
