“La Constitución dice que todos los españoles tienen derecho a una vivienda digna y nosotros no vivimos en una vivienda digna, vivimos en la caca, hay caca de yonqui por todos lados y cacas de perro en el suelo. Lo que no puede ser es que nosotros tengamos aquí tres viviendas que venden estupefacientes y que vengan constantemente los yonquis a consumir. Se le tiene dicho a Vipasa desde hace mucho tiempo que cierre la puerta que va al garaje y no la ha cerrado todavía y ahí es donde los yonquis hacen vida social”. Nérida Zambrano, una de las residentes en las más de 40 viviendas sociales del número 9 de la calle Manuel Hevia Carriles, en El Lauredal, expresaba ayer con estas palabras su hartazgo por la situación en la que se encuentra la comunidad, con algunos pisos en los que supuestamente se vende droga, otro en el que residen varias decenas de personas y con los espacios comunes en mal estado de conservación, con humedades y goteras en algunos de ellos. “Vipasa da siempre la callada por respuesta, nunca contesta, nunca soluciona, nunca arregla”, añadió esta vecina durante la visita que ayer les hicieron para interesarse por la situación del vecindario la diputada autonómica del PP Reyes Fernández Hurlé y el vicesecretario de Política Social de esa formación en Asturias, Matías Álvarez Feito.

La parlamentaria señaló que desde el PP “queremos denunciar la desesperación, el miedo y el temor de los vecinos, que llevan desde 2008 reclamando la solución a problemáticas y deficiencias de estas viviendas que pertenecen al Principado”, motivo por el que el pedirá la comparecencia en la Junta General del Principado de la consejera de Derechos Sociales, Melania Álvarez, y del director general de vivienda, Fermín Bravo. Vipasa procedió precisamente ayer a instalar la puerta del portal de este bloque de viviendas, sin la que los vecinos han pasado más de un año.