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El Ayuntamiento tomará “alguna medida” ante la conversión de bajos en trasteros

“El problema no es generalizado, pero somos conscientes de que existe”, asegura el gobierno local ante la inquietud de los comerciantes

Trasteros en la calle Donato Argüelles.

El gobierno local del PSOE e IU coincide con la preocupación de la Unión de Comerciantes por la creciente transformación de bajos comerciales en trasteros y va a analizar el alcance del problema para buscar soluciones. “Somos conscientes de que se está dando un problema con los bajos comerciales en esta ciudad porque tienen precios de alquiler muy elevados, aunque están bajando. Muchos bajos comerciales quedan desocupados, lo que genera una imagen que no es la deseable en la ciudad y su conversión en trasteros, garajes o pisos turísticos no es el modelo de ciudad que queremos”, señalaron ayer fuentes del gobierno municipal tras haber expresado los comerciantes su inquietud en la mesa de concertación social, como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA. En esta mesa tienen representación también el Ayuntamiento, la FADE y de los sindicatos UGT y CC OO. “Se establecerá alguna medida”, añadió el gobierno local.

El primer paso que va a dar el Ayuntamiento de Gijón es estudiar la situación actual para conocer la dimensión que tiene el problema. En ese sentido, desde el equipo de gobierno se destaca que en Gijón no hay viviendas turísticas en bajos comerciales y “trasteros los hay en algunos casos”. “Pero no es algo generalizado, pese a lo cual preocupa que pueda darse”, añade.

La inquietud del sector ante la conversión en los últimos tres años de antiguos locales comerciales en trasteros la expresó la propia presidenta de la Unión de Comerciantes, Sara Menéndez, en declaraciones a este diario, resaltando que la conversión de antiguos comercios en trasteros “mata la vida de las calles completamente” al pasar de tener un escaparate con luz a una pared ciega con una puerta de hierro. Algo de lo que son conscientes en el Ayuntamiento, donde también señalan que “los bajos ocupados por comercios generan vida y actividad económica”. La conversión de bajos comerciales en trasteros se ha dado en calles del centro de Gijón, pero los propietarios han optado más por esa solución en calles comerciales de los barrios.

Obras

Desde la Unión se plantea que las alternativas a la ocupación de antiguos locales comerciales sean en todo caso actividades que generen flujos de personas, en lugar de convertirlos en trasteros o pisos turísticos, algo que contribuye en opinión del sector a desertizar las calles, perjudicando además a los establecimientos que permanecen en la zona.

El presidente de la asociación de agencias inmobiliarias de Asturias, Asocias, César Nozal, explica que la conversión de bajos en trasteros se da en zonas “que son poco comerciales y donde los números salen”, ya que la transformación del local exige al propietario hacer obras para construir los trasteros, que deben de tener una superficie por debajo de los seis metros cuadrados “para que pueda comercializarse desvinculados de una vivienda”. Nozal destaca que existe necesidad de trasteros en muchas zonas de Gijón, lo que explica esa alternativa por la que a veces optan los propietarios.

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