La familia no lo quería creer, pero la Fiscalía ha formulado ya acusación formal de homicidio por imprudencia para el gijonés de 30 años que habría provocado la muerte del hijo de su pareja, un bebé de 23 meses, por zarandearlo de forma violenta.

La acusación pública, tras la investigación llevada a cabo, sostiene que, el 3 de junio de 2021, el acusado -que convivía en Gijon con su pareja sentimental y el hijo de ella- llevó a su compañera al lugar de trabajo en su vehículo, en el que también viajaba el menor. Luego, regresó a su casa y a lo lardo de la mañana "de forma negligente, sin desplegar las mínimas precauciones exigibles en el cuidado de un menor de tan corta edad, ignorando el motivo, le zarandeó de forma violenta".

Eso habría provocado unas lesiones en el niño que fueron apreciadas por los abuelos del pequeño cuando sobre las 13 horas llegaron a la vivienda. Dice la Fiscalía que en ese momento "observaron al menor con la mirada perdida, abriendo y cerrando los ojos", por lo que contactaron con la madre del pequeño. Ésta llamó desde su centro de trabajo llamó al SAMU, que acudió sobre las 13,25 horas y trasladó al menor al Hospital de Cabueñes. En ese hospital se entubó al menor y, al no existir UVI pediátrica, fue derivado al HUCA, sobre las 15,23 horas. Las lesiones que presentaba el pequeño eran gravísimas ya que le produjeron una encefalopatía con daño de tronco cerebral, y finalmente falleció.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia y por ello solicita que se condene al acusado a 12 meses de prisión, y además indemnice con 15.000 euros por daños morales al padre del menor y con 15.000 euros a la madre.