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El estudio de Gijón en el que se crean los audiolibros bestsellers que escuchan millones de personas

Así se lleva a cabo la narración de un libro, un formato cuyo crecimiento durante la pandemia es "alucinante"

La voz de los libros que nace en Gijón

La voz de los libros que nace en Gijón. VÍDEO: Amor Domínguez/FOTO: Ángel González

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La voz de los libros que nace en Gijón. VÍDEO: Amor Domínguez/FOTO: Ángel González R. García

El propio nombre del estudio (La Habitación con una cama) revela lo poco que tenían Elena Silva y Mario Viñuela cuando dieron sus primeros pasos en el mundo de la locución y el doblaje. Estos dos asturianos han conseguido convertir el precario cuarto en el que comenzaron (con más ilusión que medios) en uno de los centros de la industria del audiolibro en España. Después de haber conseguido algunos trabajos más que destacados en el mundo audiovisual, hace meses la editorial Penguin Random House se fijó en este estudio situado en la zona rural de Gijón que mira de cara al mar Cantábrico para grabar uno de sus libros. Era "El bosque sabe tu nombre" de Alaitz Leceaga. La empresa quería que la locución de la autora vasca sonara con una voz con entonación del norte de España y eso supuso la primera oportunidad de Silva y Viñuela de mostrar su valía en el mundo del audiolibro. Y pasaron la prueba con nota.

"Durante la pandemia el crecimiento del audiolibro fue alucinante. Mucha gente estaba sola y quería sentir a alguien cerca", cuenta Silva, licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Pontificia de Salamanca. A día de hoy los grandes títulos salen en simultáneo en físico y en audio. "Antes se esperaba a ver si había buenas ventas", explican desde La Habitación con una Cama. Además grandes marcas como Amazon han invertido en plataformas tipo Audible en las que se mezclan programas, podcast y audiolibros. "Nosotros llegamos a este mundo por estar en el lugar adecuado en el momento preciso. Veníamos de la locución pero quisimos aprender. Además de la formación que nos dio la editorial aprendimos mucho escuchando libros aquí y fuera de España", revela Silva. Para ellos narrar un libro es casi como hacer una película. "Los concebimos como algo audiovisual, como si alguien te contara una película", relata.

Los audiolibros han llegado a un nivel de producción que algunos locutores son casi tan conocidos como quienes narran sus historias. "Las plataformas están empezando a organizar sus catálogos teniendo en cuenta a los narradores para que esa persona, que les transmite, les cuente las historias", añade Mario Viñuela. El músico asturiano ejerce como director en las grabaciones de audiolibros. "Cuando te pones al frente tienes que dar pautas de dirección artística pero también escuchar la obra desde fuera para marcar el ritmo. Son producciones largas y necesitas que el locutor vaya variando la voz y eso solo se consigue dirigiendo porque quién está frente al micrófono no es consciente del ritmo que lleva", explica.

Los audiolibros han sido también una buena salida laboral para profesionales como la ovetense Teresa Fernández. Esta periodista conoció en el año 2015 el mundo del audiolibro a través de un curso de locución. Sus primeros trabajos tuvieron que ver con el control de calidad que se hace después de cada grabación. "Tenía que ir anotando todo lo que no estaba grabado exactamente como se decía en el libro", relata Fernández. Para ella lo más importante es que "cuando escuchas a alguien te tiene que llegar dentro, te tiene que transmitir. Hay que meterse en la historia y contarla bien". La primera grabación que hizo Fernández para probar suerte fue sencilla. Aparecía ella misma contándole un cuento a su hijo. Se presentó a un casting y la cogieron.

Después de cada grabación se hace un control de calidad para comprobar que todo está grabado como aparece en el libro

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El público, enfatizan estos profesionales asturianos, no es del todo consciente del trabajo que lleva la edición de un audiolibro. No es tan sencillo como sentarse y leer. Ni mucho menos. En La Habitación con una Cama han hecho un cálculo rápido basado en su experiencia. Una hora de audio genera unas ocho horas de trabajo entre la preproducción previa y la edición posterior. Hay que tener en cuenta que en todos los libros hay que marcar con diferentes colores los diferentes personajes que intervienen y se tienen que señalar tanto las palabras extranjeras como las acotaciones en las que se explica cómo habla un personaje determinado. Después de tantos meses de trabajo Silva ya es capaz, eso sí, de señalar alguna de sus obras favoritas. "La novela "El infinito en un junco" fue muy especial porque Irene Vallejo tiene una forma muy bonita y delicada de escribir pero también nos marcó mucho "El bosque sabe tu nombre" porque fue la primera que nos dieron", afirma. Y esto es solo el principio de las cientos de historias que quedarán por contar y que quedarán grabadas dentro de las paredes de La Habitación con una Cama.

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