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La Ruta de los Vinos clama por los edificios abandonados

“Lleva años así; hay ratas”, dicen los hosteleros | Urbanismo urge el arreglo del nº 12 de la calle del Buen Suceso

Estefanía Blanco y Daniel Fernando Riascos, ante el edificio de la calle Begoña en ruinas. Marcos León

En la fachada del número 12 de la calle del Buen Suceso cuelga un cartel que pone “gran oportunidad”. Pero el “chollo” lo tienen los vecinos y hosteleros de la Ruta de los Vinos con este edificio, deshabitado desde hace años y que se ha convertido en una fuente de problemas para los residentes. El último, este fin de semana cuando la caída de varios cascotes provocó el cierre de la calle que aún se mantiene. Este edificio no es el único abandonado en una zona de referencia para la gastronomía y el ocio en Gijón. En el número 3 de la calle Santa Rosa, haciendo esquina con la plaza Monte de Piedad, otro inmueble vacío trae de cabeza a los hosteleros. “Es una vergüenza. Hay ratas”, claman.

La calle del Buen Suceso permanece cerrada al paso de peatones. El Ayuntamiento trabaja para solucionarlo. La concejalía de Urbanismo realizó ayer por la mañana una inspección del edificio del que cayeron los cascotes. Se ha hecho un informe técnico y se ha remitido a la propiedad para que corrija las deficiencias. Para algunos el daño ya está hecho. Es el caso de Nacho Sastre y María Díaz, que regentan una cervecería cuya entrada principal está obstaculizada por el corte. “Se nota el bajón de clientes. Además, tenemos una terraza que no podemos poner y que tenemos que seguir pagando”, lamentan.

Egar Menéndez coloca su terraza en la calle del Buen Suceso cortada por la caída de cascotes. Marcos León

Muy cerca de ese negocio, Julián Alonso coloca las sillas de madera de su terraza. “Hace un año mandamos un escrito al Ayuntamiento por el tema”, enuncia. “El andamio lleva colocado 20 años y que sepamos nadie lo revisó”, añade. Las molestias para la clientela son muchas. “En verano, esto es un festival para las ratas. Además, como dentro está vacío, están creciendo hasta árboles en el solar”, acuña. Quien habla ahora es José Enrique Tomás Hernández, un vecino de la calle del Buen Suceso. “Esto ya pasó más veces. Es un fastidio, pero esto es Gijón así que la cosa va para largo”, dice.

Otra conocida sidrería también se ve afectada por el corte de la vía. Eloy Pérez es su dueño desde hace 38 años. “Esto lleva así por lo menos 26 años. Es una verdadera vergüenza”, clama. Enumera una buena ristra de inconvenientes. Entre ellos se encuentran la proliferación de ratas y la caída de cascotes, pero suma uno nuevo. “Hay quien usa el solar para guardar chatarra y luego venir a recogerla”, anuncia. “No creo que haya interés en poner una solución. Menos mal que la caída de cascotes no cogió a nadie porque podía haberle hecho una buena herida”, zanja.

Julián Álvarez hace lo propio en Buen Suceso. Marcos León

Los problemas con edificios en desuso se sienten también en la plaza del Monte Piedad. Estefanía Blanco es la encargada de un conocido bar de copas de esta plaza que da también a la calle Santa Rosa. El bloque donde antes estaba el Mubarak lo ve desde primera fila desde su puesto de trabajo. La fachada está llena de pintadas. Aunque al menos se instaló una red protectora para evitar que los cascotes se precipitaran a la vía pública. “Hace muy feo. Si se quiere conservar la fachada al menos que lo tengan en buen estado. Es una pérdida tenerlo así y no aprovecharlo”, agrega.

“Supone un grave problema de higiene, porque encima entran muchas palomas. Hay hasta un pañal de bebé en la red protectora”, explica Sonia Vega, la encargada de otro local de la ruta de los vinos, que, como el resto de los hosteleros de la zona exigen una rápida y eficiente solución para este problema.

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