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La rehabilitación del “Elogio” se empezará a planificar en enero tras el aviso por su deterioro

Las obras incluirán un proceso de limpieza que se usará por primera vez a gran escala: “Es una fórmula que funciona”

El "Elogio del Horizonte". Juan Plaza

Los trabajos del proyecto “InnovaConcrete” para la reforma del “Elogio del Horizonte”, adelantados por LA NUEVA ESPAÑA, concluyeron rotundos: la obra de Eduardo Chillida requiere una actuación “urgente” para frenar la corrosión de los cloruros y los daños de los grafitis. Y la respuesta de la Fundación Municipal de Cultura llegó ayer sin ambages. “En enero comenzaremos la planificación de los trabajos para la restauración del ‘Elogio’ con esta fórmula recientemente testada, que sabemos que funciona”, apuntó el director de la entidad, Manuel Barrero. Será la primera vez que esta innovadora técnica de rehabilitación, probada y monitorizada durante más de un año, se ejecute a gran escala.

“Nos incorporamos al proyecto europeo porque entendimos que era una oportunidad idónea para mejorar la conservación del ‘Elogio’”, explica Barrero. El plan “InnovaConcrete” tenía dos objetivos en su trabajo: un diagnóstico del estado en el que se encuentra la escultura y la búsqueda de materiales que mejoren y garanticen su conservación. En el conjunto del plan, se han sometido a estudio ocho obras provenientes de cuatro países europeos (Italia, Lituania, España y Polonia). Las conclusiones se presentaron hace unos días en un congreso internacional en Cádiz.

La Universidad de Cádiz abanderó la coordinación, junto a otras entidades y empresas. En el caso concreto del “Elogio”, la investigación estuvo dirigida por el arquitecto Lorenzo Fernández-Ordóñez (Guadiana Estudio), en colaboración con la Fundación Chillida-Belzunce. Contaron con el apoyo del Ayuntamiento de Gijón, también socio del “InnovaConcrete”.

El trabajo, que se extendió más de lo previsto por la crisis del covid-19 y las inclemencias meteorológicas, comenzó a finales de 2018. El equipo de trabajo probó nuevos productos para la conservación del monumento. En una de las aplicaciones, testaron dos selladores de grietas que arrojaron resultados “muy satisfactorios”. En otra, el producto más efectivo para los problemas del “Elogio del Horizonte”: un material “superhidrofóbico”.

¿Qué es esto? Lo explicó, durante el congreso celebrado en Cádiz, el arquitecto Lorenzo Fernández-Ordóñez: “Es un repelente de agua. Crea una película que evita, o limita mucho, que el agua penetre en el interior del hormigón”. Así, consiguen defender al “Elogio” de las dos grandes abrasiones que sufre. Por un lado, la inevitable: la de los cloruros. Estos elementos corrosivos se encuentran en la niebla marina y llegan al interior del hormigón a través de sus poros. También los daños injustificados: con este repelente del agua, las limpiezas en el “Elogio”, cuando aparecen grafitis, serán menos corrosivas. Hasta ahora, han dejado una huella que será difícil de borrar: la zona más baja del monumento tiene un desgaste similar al que tendrá el resto del monumento dentro de 500 años.

O quizás no, porque ahora esperan frenar su deterioro. “Hemos estado siguiendo el proyecto durante estos años. Acudí al congreso celebrado en Cádiz y nos pusimos de acuerdo con Lorenzo Fernández-Ordóñez y Luis Chillida (hijo de Eduardo Chillida y director de la Fundación Chillida-Belzunce) para empezar a aplicar este protocolo lo antes posible”, apuntó Miguel Barrero. “Lo antes posible”, matizó, será en unas semanas: “Está previsto que, en enero, iniciemos ya la planificación de los trabajos”.

El plan inicial, pendiente de los cambios que pudieran surgir de esa planificación, incluye una limpieza integral del “Elogio del Horizonte”. Después, según Miguel Barrero, “empezaremos a aplicar la solución del “InnovaConcrete”, que sabemos que funciona”. Será un trabajo de envergadura. Sobre plazos aún no hay nada escrito ya que, añadió, “tenemos que mirar de qué manera se articula la actuación y las fases de la reparación”. El objetivo es que el “Elogio” esté ya listo para el 2024, justo el año de la celebración del centenario de Eduardo Chillida.

“Nuestra intención es que sea así”, apuntó el director de la Fundación Municipal de Cultura. Aunque señaló que Chillida “era un defensor del arte público y él sabía que las obras estaban siempre expuestas a los riesgos del clima”. De hecho, la elección del “Elogio” para su estudio en el “InnovaConcrete” se basó en las peculiaridades de la zona de su ubicación: muy cerca del mar, sometido a altos niveles de humedad y a un clima especialmente lluvioso. Hay optimismo para el “Elogio”, siempre: “Ahora sabemos que hay una forma de conservarlo mejor, una fórmula que funciona, y combatiremos su deterioro al máximo”, concluyó Miguel Barrero.

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