La propuesta para que el paseo del Muro recupere el doble sentido sin tocar ni el "cascayu" ni el carril bici, desvelada hoy por LA NUEVA ESPAÑA, ha abierto una crisis en la coalición de gobierno entre el PSOE e Izquierda Unida. El concejal de Movilidad, Aurelio Martín, ha calificado de "chapuza" esta propuesta, de la que ha culpado a Ciudadanos, a pesar de que fueron dos concejales socialistas (Marina Pineda y Olmo Ron) quienes se la comunicaron ayer a ediles de la formación naranja, que ni siquiera la ve con buenos ojos, para llegar a un acuerdo que permita aprobar los presupuestos municipales. Martín entiende que el acuerdo debe alcanzarse con Podemos-Equo. «Lo de Ciudadanos roza el chantaje. No tiene que ver con los presupuestos», afirmó el concejal de Movilidad. «Además, no se notaría en la avenida de La Costa y crearía un problema serio en todo el entorno de Capua», remató. 

El gobierno local puso ayer sobre la mesa de la negociación presupuestaria un plan que permite recuperar el doble sentido de circulación en el Muro sin tocar ni el carril bici de nueva construcción ni el “cascayu” como espacio de uso peatonal. La propuesta se hizo llegar a Ciudadanos en el marco de una de esas reuniones en las que la coalición del PSOEe IU busca los apoyos –en forma de votos favorables o abstenciones– que le permita sacar en el Pleno del día 22 unas cuentas de 247 millones. Esta reordenación afectaría a la actual zona de aparcamientos, pero en el Consistorio no se ha tomado una decisión acerca de su eliminación o su redistribución. Lo que sí tiene claro el equipo de Ana González es que quiere una solución permanente que conlleve obras a ejecutar lo antes posible y nada provisional ni inmediato, como exige en sus enmiendas la formación naranja. 

Ciudadanos incluyó entre sus 26 enmiendas parciales al proyecto económico del PSOE e IU una específica de 150.000 euros para revertir el cambio físico generado en el Muro y garantizar el cumplimiento del plan especial en vigor en cuanto a la obligación de tener un carril de circulación en cada sentido. Aunque el fondo de la propuesta del gobierno –garantizar el doble sentido– gusta a la formación naranja sus posiciones sobre cuándo y cómo hacerlo son muy distintas de las del gobierno. Podemos-Equo es el otro grupo de la oposición con el que sigue abierta la negociación presupuestaria. Para la formación morada y verde, la actual situación del Muro no es problema. Su mayor exigencia es recuperar la renta social como base de un nuevo modelo de ayudas. 

La idea del gobierno local para lograr la doble circulación en el Muro sin perder espacio peatonal pasa por generar una plataforma única que coloque al mismo nivel la acera del frente edificado del paseo con la calzada sobre la que irán los dos carriles de circulación, uno en cada sentido. Esa plataforma llegaría hasta el área delimitada como carril bici. Desde ese punto y hasta la fachada con vistas al Cantábrico del paseo tradicional se generaría un gran espacio liberado de la presencia de coches y en sintonía con el impulso a las peatonalizaciones y el uso de medios de transporte sostenible que dan vida a la política de movilidad del gobierno que lidera Ana González con su socio de IU, Aurelio Martín, al frente del área. La incógnita serían los aparcamientos.

En todo caso, este es un plan a corto plazo. Una actuación en la que el gobierno local está dispuesto a ponerse en obras cuanto antes para que sea una realidad mientras, por otro lado, los técnicos de Urbanismo redefinen el plan del Muro de cara a generar una reforma integral del paseo con vistas a un horizonte temporal más largo. Una regeneración total del frente marítimo gijonés que también toca al paseo de Fomento-Poniente, sobre el que se desarrolló un concurso de ideas para definir una estrategia a seguir desde El Natahoyo a Cimadevilla. La polémica se centró en el Muro con una comisión liderada por el Colegio de Arquitectos que no logró un consenso. ¿El problema? Mantener la circulación como está o tener doble sentido.