El pacto presupuestario por la izquierda empieza a despejar su horizonte a 48 horas del Pleno donde hay que votar las cuentas para 2022. “Hay un buen punto de partida”, aseguraba ayer la portavoz de Podemos-Equo, Laura Tuero, tras manejar la contraoferta del gobierno local de PSOE e IU a las 45 medidas presentadas por la formación morada y verde.
Ahora mismo los intereses de Podemos, y la sensibilidad del gobierno para llegar a un punto de encuentro sobre ellos, se centran en definir los plazos de aplicación de las cinco medidas pactadas hace casi un año con IU durante la negociación de la ordenanza de movilidad –el servicio de transporte público a demanda para la zona rural, reservas de plazas en aparcamientos disuasorios para quienes tenga la tarjeta de residente en zona rural, el plan Renove Xixón, los bonos verde y de transición ecológica de Emtusa y bicicletas públicas de alquiler–y, sobre todo, en reordenar el programa de prestaciones sociales en base a la reformulación de la “renta social” como prestación económica municipal.
La renta social ha sido, desde el minuto uno, punto de desencuentro entre PSOE y Podemos. En el pacto presupuestaria de 2019 se habilitó un millón de euros para una nueva convocatoria que nunca llego a salir. Ese dinero sirvió para financiar “Mi barrio”, también con el mecanismo de facilitar dinero a familias con problemas que tenían que gastarlo en compras en comercios locales adheridos al proyecto. Ahora lo que pide Podemos es una “prestacion-renta” sin limite temporal ni condiciones y tramitada por una unidad independiente aunque coordinada con Servicios Sociales.
La idea de Podemos sigue siendo garantizar a las familias los ingresos mínimos mensuales para poder vivir pero ahora hablan de tres líneas de ayudas: una para personas y unidades familiares que no reciban otras prestaciones; otra de carácter finalista para personas que cobren alguna prestación, incluido el ingreso mínimo vital o el salario social básico, como complemento que les permita alcanzar esos ingresos mínimos y otra tercera ayuda puntual para que, cualquiera de los beneficiarios de las líneas anteriores, puedan afrontar gastos extraordinarios como ayudas para equipamientos básicos de vivienda, pago de servicios funerarios, o prestaciones sociosanitarias.
Desde el equipo de gobierno silencio del PSOE por respeto a los tiempos de la negociación y un comedido “como es normal a tres días (por ayer) del Pleno, la negociación se ha intensificado, y se trabajaba en propuestas concretas entre los tres partidos de la izquierda, en base al documento que envió Podemos al inicio de la negociación, para cerrar un acuerdo. Se hace desde la discreción, al menos por nuestra parte” de IU.
Pero que se vaya achicando la distancia del gobierno con Podemos no significa que se hayan finiquitado los contactos con Ciudadanos, con quien ya se consiguió hace unas semanas un pacto en las ordenanzas fiscales. Los responsables de la formación naranja ya dejaron claro que no hay nada que negociar si antes no se llega a un acuerdo político que garantice el doble sentido de circulación en el Muro. Precisamente que el PSOE ofreciera a Ciudadanos una propuesta en ese sentido motivó el enfado de IU y uno de los mayores momentos de tensión en el gobierno local. IU defiende la prioridad de un pacto por la izquierda siguiendo la estrategia nacional de los tres partidos ejemplificada en el gobierno de España.
Más allá de su exigencia del Muro, Ciudadanos ha convertido en elementos centrales el avanzar en el camino que lleve a la gratuidad de las escuelas de 0 a 3 años, un aumento de la inversión en la zona rural y el desarrollo de un servicio social de urgencia que de apoyo, por ejemplo, a personas que viven solas.
