La lotera gijonesa Laura Navascués, de la Administración número 17– Avenida de Portugal, 60–, hizo ayer un nuevo ritual de suerte: olvidarse de todas sus supersticiones para el sorteo de la Lotería de Navidad. Ni prendas rojas, ni botella de champán enfriándose en la nevera para un brindis. Llegó al trabajo como si fuera un día cualquiera. Y, justo entonces, ocurrió. Repartió 200.000 euros con la venta de una serie de uno de los cuartos premios (el número 42.833, que salió justo a las once de la mañana).
“Ya era hora, ya era hora”, repetía Navascués en esa administración familiar que va por la tercera generación. En 1988 dió el “Gordo” que repartió el popular hostelero “Tino el Roxu”. El de ayer fue un premio esperado y que le llegó a la lotera “de rebote”: “Me lo cedió el compañero de la administración de Hermanos Felgueroso”. El lotero Borja Álvarez que, por si acaso, también había vendido un décimo que sacó de máquina con el mismo número. Y la suerte que no llegó por los pelos: La Galla Tasca Vegana repartió el número 72.118, solo uno por debajo del segundo (72.119).
No pocos vecinos se pasaron ayer por la Administración 17 para felicitar a Navascués: “Qué bien, hija... A ver si sigue la buena racha”, le decían. No es que la administración reparta poca suerte, pero es que lo de 1988 fue “un bombazo”. “Entonces estaba al frente de la administración mi madre. Fue un ‘Gordo’ súper repartido, en participaciones de negocios y de clubes deportivos”. Fue el que vendió “Tino el Roxu” en su sidrería: “La gente aún lo comenta. Ahora llevábamos un tiempín sin dar un buen premio”.
En el verano de 2019, justo el día que Laura Navascués se fue de vacaciones, la administración repartió un segundo premio de un sorteo de verano. Lo mismo sucedió, también estando ella disfrutando de unos días libres, al año siguiente. “La verdad que empezaba a pensarme coger vacaciones más a menudo”, bromeó. Ni ella se lo cree porque, se le nota, vive la Lotería: “Todos los años traigo una botella de champán y la pongo a enfriar, este año pensé que mejor no porque igual lo estaba gafando... Y mira, ya ves, hoy sí que tocó”.
No apareció ningún agraciado con el premio por la administración. Pero hay anécdota: “Poco después de salir el premio me llamó una señora, con voz de ser algo mayor, y me preguntó cuál era el premio por décimo. Cuando le pregunté si tenía el número 42.833, me dijo que no lo sabía”, explicó ayer la lotera,
Y, mientras ella colgaba el cartel con el cuarto premio, también lo hacía Borja Álvarez. Es el lotero que le cedió la serie con el 42.833: “Ya me llamó para decirme que le debo una cesta de Navidad, y claro que se la mandaré”, rió Laura Navascués.
La sonrisa de Borja Álvarez también era grande. Afirmó que, además del boleto vendido con máquina, se guardó “unos cuantos décimos por si acaso”. “Cuando Laura me llamó le cedí la Lotería pero, obviamente, también me quedo con algo cuando hacemos estos acuerdos. Le cedí unas treinta hojas con distintos números”. “Formamos parte de un grupo de administraciones que nos llevamos muy bien, así que me alegro mucho por ella”. A él ya le tocó hace poco otra “lotería”: acaba de ser padre por segunda vez. “Ha venido con un pan bajo el brazo”.
Poco antes de que saliera ese cuarto premio, los niños de San Ildefonso habían cantado el segundo: 72.119, dotado de 125.000 euros el décimo. Por poco cayó en La Gaya Tasca Vegana. “Por un número no acertamos... Pero hemos repartido cerca de 40.000 euros entre amigos, familiares y personas que pasaron por aquí. Estamos contentos”, apuntó Arantxa Barreiro, propietaria del establecimiento. Uno de los agraciados fue Fernando García, con varios décimos. Contentos también en las entidades, colectivos y clubes de fútbol que dejaron algo de propina con sus pedreas. Nada más ni nada menos que 145.000 euros repartió el equipo de hockey sobre patines femenino Telecable Gijón en participaciones: un total de 7.250 papeletas vendidas, con un premio de 20 euros cada una (5 euros de premio por cada euro jugado). El Sporting también dejó suerte con uno de sus décimos: el número 30.828, con seis euros por euro jugado.
