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El Supremo avala la condena a un miembro de los GRAPO por extorsionar al dueño del Sporting

El terrorista José Ramón Teijelo envió en 1998 cartas a 126 empresarios exigiéndoles 50 millones de pesetas como “impuesto revolucionario”

Un juez. JUAN PLAZA

El Tribunal Supremo acaba de confirmar la condena a diez años de cárcel para José Ramón Teijelo, miembro destacado de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), por un delito de amenazas terroristas tras enviar 126 cartas a empresarios españoles entre la primavera y el verano de 1998 para exigirles el pago de grandes cantidades de dinero –a la mayoría 50 millones de pesetas– como “impuesto revolucionario”, según describía el condenado en las misivas que entregó. Entre los empresarios afectados por esas extorsiones había cinco asturianos, de Gijón, Oviedo, Avilés y Villaviciosa, y uno de ellos era el accionista mayoritario entonces del Real Sporting, José Fernández.

El caso se juzgó en diciembre de 2019, y hace unas semanas que el Tribunal Supremo confirma la pena de diez años de cárcel que sentenció la Audiencia Nacional contra Teijelo, que utilizaba los alias de “Tirantes”, Torero” y “Gótico”, y además del impone el pago de las costas del recurso.

Este individuo, según ha quedado acreditado, envió esas cartas en dos remesas, el 7 de mayo y el 1 de agosto de 1998. Teijelo, que ya en 2007 fue condenado por delito de pertenencia a asociación criminal por el Tribunal de Grande Instance de París, había entrado a formar parte de los GRAPO en 1982, y acabó siendo expulsado de la organización terrorista en 1999.

Todas las misivas llevaban el mismo texto: “Nuestra organización, por la presente, le comunica con la suficiente anticipación la decisión que ha tomado de hacerle pagar, en concepto de impuesto revolucionario, la cantidad de 50 millones de pesetas, suma que deberá hacerse efectiva en la fecha, lugar y forma que en su momento de indicaremos (...)”. Además, se asignaba a cada carta un código alfanumérico para que cada uno de los 126 empresarios pudieran comunicarse con los GRAPO para hacer efectivo el dinero. El responsable, ratifica ahora el Supremo, es José Ramón Teijelo.

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