El Museo Evaristo Valle recuerda la figura del artista maliayés José Luis Posada con motivo del vigésimo aniversario de su fallecimiento. El espacio artístico gijonés le rinde tributo con una exposición que se puede visitar desde hoy, y que incluye cinco caricaturas del propio Evaristo Valle, que se realizaron en 1998, pero que se corresponden con diferentes etapas de la vida del pintor.
José Luis Posada, que falleció en Cuba en el año 2002, estuvo estrechamente vinculado al Museo Evaristo Valle desde 1991, cuando había regresado a Asturias. Artista multidisciplinar, fue reconocido tanto en Cuba, donde se asentó con apenas nueve años, como a nivel internacional.
Posada trabajó diferentes disciplinas artísticas. La caricatura fue una de las más reconocidas en su trayectoria, pero también efectuó creaciones en materias como el dibujo, la ilustración, el grabado, la pintura, el muralismo, la cerámica, la escultura o la escenografía. Incluso se atrevió con la poesía, donde dejó también su sello.
José Luis Posada se asentó en Cuba en 1940, víctima del exilio por la Guerra Civil, ya que su padre había luchado en el bando republicano. Al otro lado del Atlántico hicieron vida en la localidad de San Antonio de los Baños, donde colaboró con la prensa local, diseñando ilustraciones en periódicos, para pasar después a la revista “El Caimán Barbudo”, siendo el responsable de su logotipo. Completó su vida en Cuba como director del taller gráfico de La Habana, en un país que le distinguió con el Premio de Honor del Festival Internacional de Avignon en 1975 y también el del Salón de Artes Plásticas de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1985.
En 1991 regresó a Asturias, donde trabajó sus últimos proyectos. Entre ellos las caricaturas que ahora se exponen en el Museo Evaristo Valle, y que recogen diferentes historias, como si de un cómic se tratase, que se podrían vincular a la vida del pintor que da nombre a este espacio de arte situado en Gijón.
