Un agente de la Policía Nacional resultó herido la semana pasada después de que un delincuente reincidente, gijonés de 43 años, azuzase a su perro para que atacase a los policías y así evitar su arresto tras protagonizar una persecución en coche –por momentos en dirección prohibida– desde la Carretera Carbonera hasta la calle Genaro Suárez Prendes, en Nuevo Roces, a pesar de no contar con permiso de conducir. “‘Brooklyn’, ataca”, gritó este individuo, sobre el que pesa una reclamación judicial por un delito de malos tratos en el ámbito familiar, para que el animal la emprendiese a mordiscos contra uno de los agentes, que resultó herido en el tobillo.
El incidente ocurrió sobre las 13.30 horas del pasado 29 de enero, momento en el que una patrulla identificó al sospechoso circulando en su coche, de color negro, por la Carretera Carbonera y que se correspondía con el de un individuo que hacía unos días ya se había dado a la fuga al percatarse de la presencia policial y dadas sus cuentas pendientes con la justicia. Los agentes procedieron a darle el alto, con señales luminosas del vehículo patrulla y también acústicas, pero este hombre hizo caso omiso y aceleró la marcha para emprender la huida.
Los policías fueron tras él en una peligrosa maniobra, pues este individuo, que siguió por la Carretera del Obispo, circuló con total temeridad, saltándose semáforos en fase roja y también por dirección prohibida, poniendo en grave riesgo la integridad de peatones y otros conductores. Las labores policiales permitieron que el delincuente tuviese que detener la marcha a la altura de la calle Genaro Suárez Prendes, donde se generó un considerable revuelo entre los vecinos de la zona. Los policías le instaron a que abandonase el vehículo, pero este hombre opuso gran resistencia. Pese a ello, los agentes lograron sacarlo del turismo y esposarlo, no sin dificultades por la violenta actitud del hombre.
Mientras procedían a inmovilizarlo, los agentes escucharon el grito ya mencionado (“‘Brooklyn’, ataca”) y de pronto se les abalanzó violentamente un perro de tamaño medio que iba dentro del vehículo. El can comenzó a morder en el tobillo a uno de los agentes, que según ha podido saber este periódico sufrió heridas importantes que le mantienen apartado del servicio. El perro perforó las botas del uniforme, clavándole cuatro colmillos en la piel, lo que motivó que al policía le tuvieran que poner la antitetánica, además de precisar de varios días para su recuperación. El agente afectado, que estará representado legalmente por Alfonso Suárez Acevedo, abogado del sindicato policial CEP, logró zafarse del animal haciendo uso de la defensa extensible, lo que para colmo provocó algunas críticas de los presentes, más preocupados del perro que del agente herido, que estaba deteniendo a un delincuente.
Las claves
- Detenido. Un vecino de Gijón de 43 años, con antecedentes y una reclamación judicial por un delito de malos tratos en el ámbito familiar.
- Fuga. Al darle el alto los agentes, este individuo huyó en su vehículo, conduciendo de forma temeraria, hasta que lograron darle el alta. Le interceptaron en Nuevo Roces, donde lograron esposarle, no sin que ofreciese dificultad.
- Ataque. Mientras estaba siendo detenido, el delincuente azuzó a su perro para que atacase, lanzándose el animal al tobillo de uno de los policías, que resultó herido por culpa del perro.
