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Informática, con tasas de abondono del 50% por la facilidad de los alumnos para lograr un empleo

Nueve de cada diez titulados en la especialidad consigue un trabajo | “Muchas empresas te fichan sin acabar”, afirman los estudiantes

Por la izquierda, Eloy Vide, Daniel García, David González, Miguel Asprón y María González, en el entorno del aulario norte de la Escuela Politécnica de Ingeniería. Ángel González

Miguel Asprón y Daniel García se dedicarán a la ciberseguridad. María González hará carrera en inteligencia artificial. Y David González programará. Los cuatro son alumnos del grado en Ingeniería Informática en Tecnologías de la Información, en la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) de Gijón. Los únicos estudios en los que se puede hablar de futuro sin usar el condicional: la tasa de inserción laboral de los estudiantes es del 90 por ciento. Tan alta, que uno de los factores del también abultado índice de abandono –de media, casi el 50 por ciento– es que los estudiantes “aparcan” los estudios porque encuentran trabajo antes de terminar la carrera.

¿Imposible? “No, pasa a veces. Porque en esta Universidad tenemos mucho contacto con las empresas, ya desde segundo curso aproximadamente”, explica Miguel Asprón. Y añade Daniel García: “Hay chavales que encuentran un trabajo a media jornada en una empresa, y que a lo mejor ya se quedan allí. No quiere decir que ya hayan dejado los estudios, sino que los aplazan para un momento en el que puedan compaginarlo con sus carreras laborales”. Matiza: “No hace falta estar cuatro años aprendiendo de todo si ya eres bueno en alguna rama en la que te estás especializando ya en el mercado laboral. Hay empresas que te fichan antes de terminar”. Los dos estudiantes acaban de empezar tercero.

Hablan, además de ellos, las cifras. Según el último Informe de Seguimiento del Título, publicado por la Universidad de Oviedo, más de la mitad de alumnos que se matricularon en el curso 2015-2016 abandonaron antes de finalizar. Una tasa ligeramente superior a la de otras ingenierías, pero con una peculiaridad: cerca del 20 por ciento lo hacen con los estudios ya avanzados, tras haber cursado ya la mitad de la titulación o con solo un curso por finalizar.

“Los alumnos de cursos avanzados quizás sí abandonan porque encuentran un empleo, pero la verdad es que en segundo se nota un ‘bajón’ respecto a primero”, afirma María González, que acaba de estrenar su segundo curso en la titulación. Un “bajón” tan grande como del 35 por ciento entre las matrículas de 2018-2019.

A María González no le asombra la cifra: “Se nota ya en las clases. Somos bastantes menos”. Los estudiantes también encuentran una explicación a ese abandono que, según los datos oficiales, también se da en otras ingenierías –aunque en tasa menor, supera el veinte por ciento–. “Es porque, cuando llegas en primero, el choque es brutal”, apuntan Daniel García y Miguel Asprón. El primer curso es común para todas las ingenierías: “A ver, que llegas a Ingeniería Mecánica y sabes ya lo que hay, pero en informática no te lo esperas. O no se lo espera todo el mundo”. “Hay mucha gente que viene a informática y no sabe a lo que viene, o tiene una idea preconcebida que no se adapta a la realidad”, apunta David González, también en tercer curso.

Primero es fundamentalmente teórico y con asignaturas arduas, como Ondas y electromagnetismo o Álgebra lineal. Añaden que, a pesar de que tendrán que usarlas poco, “creemos que sí son una buena base para todo lo que aprendemos después”. Entienden que algunos tiren la toalla: “El primer año, en este grado, tocarás pocos ordenadores. Tú le dices a un chaval que quiere programar videojuegos que se siente a estudiar álgebra... Y bueno, pasa esto”, apunta Daniel García. Y añade: “Es un grado complicado, eso es verdad. Si tienes muy claro a lo que te quieres dedicar en el mundo de la informática y tus previsiones encajan con el ámbito de la Formación Profesional, yo creo que no es mala idea empezar por un grado de FP”.

Es lo que está haciendo Eloy Vide, alumno de Formación Profesional. Tiene 17 años y el futuro ya casi claro. “El otro día montamos un ordenador en clase desde cero y me gustó. No descarto encaminar mi futuro laboral hacia esta rama”, apunta. Y señala, junto a los estudiantes del grado en la EPI de Gijón, que la FP comparte algunas problemáticas con la enseñanza universitaria en Informática: “También hay abandono, pero en este caso no porque se encuentre empleo antes de terminar. Más bien por lo que ocurre aquí en el primer año, por el choque de lo que esperas y de lo que luego te encuentras”. Si persistes, apunta Vide, merece la pena: “Yo estoy motivado y ya estoy pensando en hacer otro ciclo de grado superior. Lo de la universidad me lo estoy pensando también, pero sería más a largo plazo”.

Persistencia. Coinciden los alumnos de Ingeniería Informática en que lo importante es centrarse en los estudios en primero, aunque sea más teórico, porque el itinerario mejora con el paso de los años: “Cuando llegas a tercero ya lo ves todo de otra forma”, apuntan los estudiantes más veteranos. Y los que resisten, ganan. La “tasa de eficiencia”, el índice que compara los créditos totales en los que se matriculan los estudiantes con los superan, es extremadamente alta en el cuarto curso: más del ochenta por ciento en las últimas cinco promociones. En cuanto a los motivos para matricularse: ¿Por la salida laboral o por la vocación? “Vocación, eso siempre”, responden, unánimes, los estudiantes.

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