Una mujer de 33 años, de nacionalidad rumana y vecina de Gijón, ha sido detenida por la Policía Nacional tras desvalijar la casa de un octogenario al que se ofreció como trabajadora del hogar para poder registrar todas las estancias de su vivienda. La delincuente, con antecedentes, se apoderó de 3.000 euros que encontró en un sobre (había sacado su pensión del banco recientemente), así como dos sellos, dos alianzas, una cadena y una pulsera, todo de oro, que tenía guardado en un joyero.

La víctima, de 83 años, explicó que la había conocido junto a otra amiga en una cafetería, y que luego se presentó en su casa para ofrecerse como asistenta.