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El curso para taxistas agota sus plazas y busca a más mujeres

Los inscritos, entre los 25 y los 45 años, harán una semana de prácticas en la ciudad

Taxistas en el curso. ANGEL GONZALEZ

Los nuevos cursos de formación a taxistas comenzaron este fin de semana con una hornada de 15 alumnos de una primera edición que, se espera, pueda repetirse varias veces antes de la última convocatoria del examen municipal del gremio, fechado para noviembre. El curso, una iniciativa pionera en la ciudad que surgió a proposición de la cooperativa “Villa de Jovellanos”, se imparte por profesionales de la academia Mentiona e incluirá una semana de prácticas. La idea del gremio es prepararse para la inminente jubilación de un grueso importante de la plantilla en activo, y el objetivo que se marcan ahora ambas entidades es captar el interés de nuevas conductoras. “En este primer arranque solo se ha matriculado una mujer, pero creemos que el sector puede ser muy buena salida para mujeres en paro. Intentaremos llegar hasta ellas”, explica Marta Fernández, coordinadora del proyecto.

Se calcula que este año se formará a varias decenas de nuevos conductores para ambas convocatorias. Cada grupo, por los aforos de la pandemia, no puede pasar de los 15, pero la academia ha calculado que con las 115 horas de formación de cada grupo podrán hacer más de dos ediciones este año. El programa, que aúna el formato presencial con la docencia telemática, se ha diseñado a medias con la cooperativa de taxistas y trata de “homogeneizar” la formación de una nueva generación de taxistas. “Queríamos profesionalizar más el sector, y este proyecto es único en la región y, seguramente, en todo el país. La idea es asentar las bases, como aprenderse bien el callejero, pero también conocer claves relacionadas con la seguridad laboral y resolver posibles conflictos”, señala Fernández.

Este primera edición acabará en abril con una semana de prácticas para los alumnos, que circularán en el asiento de copiloto de taxistas voluntarios y previa autorización de los clientes. Harán simulacros de emergencia, aprenderán a pedir ayuda a la centralita y manejarse con clientes difíciles. “Sabemos que el sector a día de hoy, sobre todo en servicios por las noches, puede tener sus riegos”, recuerda la coordinadora, que junto a la cooperativa se marca como objetivo atraer a más mujeres. De momento, solo hay una alumna y la edad general de los inscritos oscila entre los 25 y los 45 años, entre ellos conductores extranjeros que quieren abrir negocio en la ciudad.

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