La licitación de Cabueñes, que afronta la recta final de su plazo de recepción de solicitudes, podrá “ajustar a la baja” los 85,8 millones de euros por los que ha salido a licitación pública. Así lo explicó ayer el consejero de Salud, Pablo Fernández, en la Junta General y en respuesta a las preguntas de Daniel Ripa, de Podemos, que pidió explicaciones por el rebase de 41 millones de euros respecto a la anterior licitación, que quedó desierta, y que se había valorado en 44,9. Asimismo, el consejero garantizó también que la unidad de desintoxicación hospitalaria local, que se cerró al inicio de la pandemia, se recuperará cuando las condiciones sanitarias lo permitan, así como que reforzará los equipos gijoneses de cuidados paliativos en domicilio a partir de la primera semana de marzo.

Ripa quería averiguar si los 44,9 millones presupuestados inicialmente marcaban precios “reales” o si ya por entonces se había licitado a la baja. Lo primero, dijo, supondría que “por culpa de no haber licitado la obra cuando tocaba y retrasarla año a año, a los asturianos les ha salido por 40 millones de más”, y lo segundo exigiría depurar responsabilidades. Fernández señaló que los técnicos le aseguraron que aquel primer presupuesto era “ajustado” al mercado de ese momento, y que el repunte de precios del sector derivado por la pandemia dio como resultado un nuevo presupuesto “estimado” para a un mercado “inestable”, por lo que esos 85,8 millones podrían acabar rebajándose.

En cuanto a la unidad de desintoxicación, el consejero garantiza que la recuperará, pero que el descenso de los contagios aún no se ha estabilizado lo suficiente como para llevarlo a cabo. Mientras, en cuanto comience marzo, los cuidados paliativos en atención domiciliaria se reforzarán con un equipo más, el tercero, para suplir la demanda.