Palear en el río Piles cuando se complete el proyecto de renaturalización que promueve el Ayuntamiento de Gijón dependerá de las mareas. El proyecto contempla mantener la práctica del piragüismo en el río, pero sin ninguna estructura para retener el agua y eliminando el anillo navegable, según se explicó en la presentación del proyecto que tuvo lugar esta mañana en el Ayuntamiento. El proyecto de renaturalización del Piles y el Peñafrancia está presupuestado en 4,7 millones de euros, dentro de los que se incluyen nuevos pantalanes para piraguas a la altura de El Molinón.

“Dentro de lo que es la renaturalización del río no es incompatible, se ha planteado incluso el acceso más fácil en la zona de El Molinón, donde se hará un pantalán para acceder fácilmente al río con piragua, pero va a ser un deporte que va a tener que estar asociado al propio ecosistema y en función de los tiempos naturales. Se parecerá mucho al surf, que no se puede hacer si no hay olas, a la vela, que no la hacemos si no hay viento y en este caso habrá que adecuarse a las mareas para tener el suficiente calado, pero evidentemente se podrá practicar”, señaló Javier Granero, director de Taxus, una de las dos empresas que realizaron el proyecto de renaturalización del río Piles y del arroyo Peñafrancia.

El anillo navegable en la confluencia de ambos cauces va a desaparecer. Por un lado se rebajará la altura del muro de hormigón en la parte que da a las Mestas y se rellenará el canal de derivación que une ambos ríos antes de su confluencia natural conformando el anillo. Además, la isleta artificial en la confluencia también se va a eliminar, permitiendo que sea el propio río el que cree una de forma natural con sedimentos y gravas, explicó Laura Álvarez Alonso, de la ingeniería Magna Dea, la otra empresa que elaboró el proyecto.

Los azudes para retener el agua, van a desaparecer y eso permitirá que la amplitud de la marea sea mayor, es decir, que el agua que hasta ahora quedaba en los azudes, suba más arriba y “por lo tanto, en mareas vivas vamos a tener mucha más zona donde tendremos suficiente calado” apto para el piragüismo, indicó Granero. Esa zona hasta la que se podrá palear con marea adecuada es hasta el parque de escollera.

El director de Taxus explicó que “el tema de las compuertas es crítico, desde el punto de vista de tratar de recuperar un ecosistema” y añadió que se estudiaron alternativas para poder ampliar el horario de esta práctica deportiva, pero “no había ninguna que nos pudiera garantizar un ecosistema adecuado”.

Proyecto de renaturalización y rehabilitación del río Piles

Proyecto de renaturalización y rehabilitación del río Piles

Entre esas alternativas que se analizaron está la propuesta del Grupo de Cultura Covadonga de utilizar barreras hinchables, que según los autores del proyecto tienen “una problemática muy similar” a los azudes fijos, al retener sedimentos. Además, las empresas que han realizado el proyecto también estudiaron la posibilidad de utilizar una barrera móvil en la parte final de la ría “para tratar de alguna manera de parar la bajada de la marea, para que ese agua bajara más lentamente y ganes una serie de horas para conseguir tener una lámina de agua más profunda durante más tiempo, pero también desde el punto de vista de la ingeniería tenía una serie de complicaciones muy importantes, porque tenemos no sólo la barrera contra el río, si no también la barrera contra el mar; es decir, los diseños y el tipo de estructura que son necesarias aquí lo hacían muy complejo para lo que se pretendía”, agrega el director de Taxus.

La práctica del piragüismo se evaluó como un elemento más dentro de un proyecto enfocado a renaturalizar los dos cauces fluviales, en un contexto en el que todas las políticas europeas van en la linea de eliminar barreras, sean transversales o sean longitudinales y de hecho la Fundación Biodiversidad puntúan los metros de eliminación de este tipo de barreras para financiar proyectos, explicó el técnico, recordando que los cauces del Piles y del Peñafrancia tienen “un problema en cuanto al hábitat y el ecosistema ribereño”.