Ana González no tuvo que pasar lista ayer al inicio del Pleno para confirmar que todos los ediles estaban conectados a sus ordenadores para seguir la sesión. No hizo falta. La presencialidad volvió al salón de plenos tras meses en los que solo la Alcaldesa y los portavoces de los grupos municipales se veían la cara sin una pantalla por medio. Arriba, los concejales durante una de las votaciones.