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De aula en aula | Un recorrido por los centros educativos de la ciudad

El Patronato programa el futuro

El centro implanta clases de robótica para que sus 490 alumnos se familiaricen con el pensamiento computacional: “Aprenden mucho”

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De aula en aula: así es el día a día en el Patronato San José Marcos León

“Lo que más me gusta es construir”. Quien habla es Ismael Rodríguez, un pequeño de 12 años que cursa quinto de Primaria en el colegio Patronato San José. Y lo dice porque junto con el resto de sus compañeros, acaba de montar un coche de juguete con piezas de Lego. Un coche que se mueve como ellos quieren, gracias a las nociones de programación que están aprendiendo en el marco de un novedoso programa de robótica que han implementado este curso. Un curso que está marcado también por el acogimiento de los alumnos del colegio San Vicente tras el derrumbe del pasado mes de enero. “Nuestro funcionamiento y el suyo siguen con normalidad. Todos estamos contentos y estamos bien”, aseguran la directora del Patronato, Lorena Barreñada, y María Fernández, la jefa de estudios de Educación Infantil y Primaria, María Fernández.

Los objetivos del programa de robótica son fomentar las competencias Stem, las habilidades sociales y aprender que en la programación, como en la vida, se puede rectificar cuando uno se equivoca.“La respuesta que estamos teniendo es muy positiva. A los alumnos y a las familias les encanta la idea”, explican Barreñada y Fernández. Esta apuesta por la robótica ya se venía realizando desde hacía varios años con los alumnos de tres a seis años. Sin embargo, este curso el Patronato ha decidido hacerla extensiva al resto de etapas formativas. Así, desde los más pequeños del colegio a los más mayores, los de cuarto de la ESO, los 490 estudiantes del Patronato están aprendiendo las nociones más básicas de programación y de construcción de sencillos robots.

La iniciativa se enmarca dentro de la asignatura de matemáticas, pero no solo de números aprenden los chiquillos. Por ejemplo, en quinto de primaria estaban la semana pasada aprendiendo a construir un coche de juguete. Pues bien, esta actividad les sirvió para tener contacto con lo que fue la revolución industrial y cómo fueron los primeros vehículos de la historia. “Es algo interdisciplinar porque bebe de diferentes asignaturas. Así se fomenta el desarrollo de las competencias”, agrega Barreñada, que señala que el fin último es enseñar a los estudiantes pensamiento computacional.

El programa está adaptado a las diferentes etapas formativas. Así, los de Educación Infantil y el primer ciclo de la Primaria ya les da el robot construido. El robot de Infantil, por ejemplo, se llamaba “Cubo”. Son los estudiantes los que tienen que introducirle comandos simples para que el autómata reaccione. El beneficio es que los niños aprenden nociones de espacio, lo que es ir hacia atrás y hacia adelante de una forma innovadora. “Aprenden orientación espacial. A partir de tercero de Primaria los proyectos ya van siendo más complejos”, acuña la directora del Patronato.

Así las cosas, los alumnos de tercero de la ESO estaban aprendiendo el funcionamiento de un semáforo, que es mucho más complejo de lo que se ve a simple vista. “Experimentamos con diferentes temáticas y diferentes tecnologías”, agrega Naira Zarzuela, una de las estudiantes de este curso en el que las lecciones se dan con un maletín tecnológico. De robótica, dan en el Patronato una hora a la semana pero es de las actividades que más gustan a los estudiantes. “Les motiva mucho”, asegura Barreñada.

El proyecto también tiene en cuenta las diferentes sensibilidades de los estudiantes. No todo el mundo puede destacar en la ciencia o tener la habilidad suficiente para montar los robots. Por eso se trabaja en grupo, de tal forma que los alumnos más aventajados, a la vez que afianzan sus propios conocimientos, puedan ayudar a aquellos a los que les cuesta más este tipo de trabajos. “Fomentamos habilidades sociales porque se trabaja siempre por equipos”, apostilla María Fernández. En el Patronato San José la presencia de la familia es algo muy importante. Esta idea ha sentado muy bien entre los padres y madres. “Al final, el futuro va por ahí”, asegura Fernández. Y es que en Patronato San José están a la última cuando de educar se trata.

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