La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La hostelería pide “poner en valor” el ocio nocturno y captar más turismo joven

La patronal Otea organiza un foro con expertos y pide “no demonizar” a los negocios del sector que abren de madrugada

Por la izquierda, Pachi Poncela, Isabel Menéndez Benavente, José Luis Álvarez Almeida, Yolanda Lobo, Ángel Lorenzo e Ígor Paskual, ayer, en la sala Acapulco. | Juan Plaza

Cuando se habla de la noche, el imaginario colectivo se pone a menudo en “lo malo”, obviando que los conflictos son una mínima parte del conjunto. Olvidando, por tanto, que el ocio nocturno proporciona empleo, riqueza, cultura y diversión. Para poner en valor todas las bondades del sector, Otea, la patronal de la hostelería, inició ayer en la sala Acapulco, en Gijón, el foro “La Hostelería de Noche”. La cita busca romper mitos negativos en torno a esta actividad. “Cualquier ciudad del mundo sin una noche agradable es una ciudad triste”, apuntó en la presentación del evento el presidente de la patronal en Asturias, José Luis Álvarez Almeida.

La cita congregó a varios empresarios del sector del ocio nocturno de forma presencial y pudo seguirse también vía telemática. Entre los ponentes, además de Almeida, estuvo el presidente de Otea Gijón, el hostelero Ángel Lorenzo; el músico Ígor Paskual; la psicóloga gijonesa Isabel Menéndez Benavente y Yolanda Lobo, agitadora cultural y antigua propietaria de la Santa Sebe de Oviedo, que cerró en 2014. Todos coincidieron en que “no se puede demonizar el ocio nocturno”.

Ángel Lorenzo recordó durante su intervención la importancia del ocio nocturno porque “forma parte de nuestra vida”. El presidente de Otea Gijón reclamó reordenar los objetivos turísticos de Asturias. “Antes, durante las noches de verano todos los locales se llenaban prácticamente todos los días, ahora solo lo hacen los fines de semana”, incidió. “Falta un turismo joven, que antes venía a Gijón porque era polo de atracción turística. Nos hace falta atraer ese tipo de turismo, que ahora se va a otras zonas como Cádiz o Huelva”, recalcó.

Ana Isabel Menéndez Benavente alertó de la situación que los jóvenes han vivido durante la pandemia, en aquellos meses en los que el ocio nocturno estuvo cerrado. “El ocio de los adolescentes se sitúa en la noche, así que el hecho de haber habido tantas restricciones en el ocio nocturno ha hecho que hayan aumentado muchísimo las consultas en psiquiatría y psicología una barbaridad”, apuntó. “El cierre del ocio nocturno ha afectado negativamente y, sobre todo, en el tema de las habilidades sociales porque los chicos en estas edades necesitan apoyarse en sus iguales”, reflexionó. “Les hemos abocado a quedarse en casa. Eso ha contribuido a que crezcan las adicciones a las tecnologías”, añadió esta profesional.

Cuestionada antes de la cita de ayer por el tema del cierre del ocio nocturno, Yolanda Lobo recordó que la “noche es un espacio y tiempo en el que hay unas relaciones sociales que nos permiten evadirnos del día”. La agitadora cultural se reivindicó como “cincuenter”, un movimiento que busca inspirar y conectar a las mujeres de más de cincuenta años. Y reclamó espacios de ocio nocturno de ocio nocturno pensados para esta clase de público. “Nos gusta salir a bailar, somos un público con un poder adquisitivo alto y nos gusta disfrutar de la noche”, remarcó. En la cita de ayer también participó el músico Ígor Paskual, que recordó que antes de ofrecer conciertos más grandes “se fogueo tocando en bares” y que “salir de la mano de una banda de rock te abre muchas puertas y te coloca en lugar bonito”. La cita de ayer estuvo conducida por Pachi Poncela y Otea tiene previsto organizar más coloquios así.

Compartir el artículo

stats