Enagas formaliza ante la CNMC la petición para activar la regasificadora de El Musel

Se trata de la propuesta de retribución a la regasificadora gijonesa, unos pagos que recibe cada año y que tienen que ser autorizados por la CNMC. Esos pagos, a cargo del recibo del gas que pagan los consumidores, varían en función de la utilización de la instalación. Tal como está actualmente, inactiva, recibe más de 25 millones de euros anuales para retribuir la inversión de 282 millones de euros que supuso su construcción y para los gastos de mantenimiento. Si la instalación comenzara a regasificar para bombear gas a la red nacional, percibiría ingresos adicionales por ese concepto, algo que no ocurrirá al abrirse como almacén logístico, sin enganchar a la red estatal.

El Ministerio para la Transición Ecológica prevé que la regasificadora pueda activarse como centro de transbordos de gas natural licuado, antes de que concluya este año. De cumplirse la fecha, se habrá acelerado el plazo previsto antes de la guerra de Ucrania para poner en servicio la instalación, que era 2023, bien avanzado ese año.

Precisamente la aceleración de la puesta en servicio de los dos tanques de la planta gijonesa, con una capacidad conjunta para almacenar 300.000 metros cúbicos de gas natural licuado, busca apoyar los planes de la UE para reducir su dependencia del gas natural que importa de Rusia, actualmente el principal proveedor de la Unión Europea.

La puesta en servicio de los tanques de la regasificadora es un paso necesario también para que Enagás acabe por acometer una inversión cifrada en 89 millones de euros para mejorar la instalación, con sistemas más rápidos para la recarga de buques metaneros y un segundo atraque de barcos, con la posibilidad de transferir gas natural licuado entre un buque y otro, sin necesidad de que pase por los tanques de almacenamiento.