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Platos llenos de bocarte por las “descargonas”

La histórica entrada de este pescado en la rula de El Musel anima su consumo y evita una subida de precios: “Está en su apogeo”

Por la izquierda, Julio Arturo Fernández, Roberto Cristóbal hijo, Roberto Cristóbal padre y David Monje, ayer, en un establecimiento del tránsito de las Ballenas, en Cimadevilla, con un plato de bocartes. | Juan Plaza

Las “bocartadas” de los últimos días en El Musel ya tienen su reflejo en los platos de Gijón. A finales de abril, llegaron a la lonja del puerto 520.000 kilos de este pescado en apenas dos días. Y hace dos días, el muelle de Rendiello volvió a vivir una jornada para la historia al registrar medio millón de kilos. Estos récords animan a los hosteleros de la ciudad, que no han tenido que subir el precio del producto a pesar del encarecimiento del transporte gracias a su abundancia. Según Eva María Carnedo, jefa de cocina del restaurante El Globo, en la calle San Bernardo, “el encarecimiento del bocarte podría ser importante si escasease”. Es decir, el precio bajará en la rula, pero no se verá repercutido en los restaurantes debido al incremento de costes para los pescadores y transportistas.

La temporada de bocarte comenzó a principios de marzo y se prolongará hasta el fin del cupo. Roberto Cristóbal es el dueño del restaurante El Planeta, en el tránsito de las Ballenas: “Ha llegado una buena bola de pescado, está en su apogeo. Es ahora el momento óptimo de la temporada”. En su bar, detalla, acostumbra a comprar entre cinco y seis kilos al día de bocarte fresco directamente de la pescadería. Aunque de cara al fin de semana aumenta el montante y adquiere “en función de lo que vaya vendiendo”. “Si un día hay más demanda, al siguiente traigo un poco más y viceversa, dependiendo también de las fechas”, asegura el hostelero, quien lamenta que la bajada en la rula no se vea reflejada en la carta de su establecimiento. Este también es el caso de Celso Suárez, a cargo de el restaurante Mercante, al lado del Planeta. El dueño del local apunta que “bajará el precio cuando venga más cantidad”, pero tampoco se verá reflejado en el menú de su comedor. “Ahora la gente bebe más que come. Poca carta y mucho menú del día”, lamenta.

Comensales aguardando varios platos de bocarte, ayer, en un restaurante de la calle San Bernardo. | Juan Plaza

Respecto al tamaño del bocarte, todos dicen que es bueno. Los hosteleros gijoneses celebran que gran parte de los ejemplares rulados superan los diez centímetros de longitud. “En El Musel está entrando mucho producto y de un buen tamaño”, dicen en El Globo. “Por lo que este año no hará falta traer más pescado de fuera”, rematan. Los datos registrados en lo que va de temporada van acordes con las últimas campañas. En 2020, llegaron a Lonja Gijón un total de 7,43 millones de kilos de bocarte, gracias a la gran concentración de peces en aguas próximas a la costa asturiana. Fue la especie más rulada en El Musel con diferencia. Además, se desembarcaron 973.234 kilos de bonito del norte, 2,67 millones de kilos de chicharro y otros 2,2 millones de kilos de xarda, por citar los casos más importantes.

A lo largo de este 2022, las “descargonas” de bocarte en El Musel se han producido gracias a la masiva entrada de barcos que se encuentran faenando en la costa asturiana, entre las perpendiculares de Cudillero y Luarca. Estas embarcaciones se dividieron entre El Musel y el puerto de Avilés, lo que también ha supuesto grandes descargas en la lonja de la Villa del Adelantado. Por tanto, los datos en ambas rulas están siendo buenos, con la posibilidad incluso de marcar algún máximo histórico por jornada.

Gran demanda en bares

Las buenas cifras de uno de los reyes del mar Cantábrico está propiciando una gran demanda en todos los restaurantes gijoneses. “Ahora sí es verdad que nos lo piden mucho, pero como pasa con el bonito o el oricio cuando se encuentran en el momento cumbre de la temporada”, indica Eva María Carnedo. A su establecimiento acostumbra a llevar, explica, “entre seis y ocho kilos frescos a diario”. Eso sí, como en la mayoría de los casos, durante el fin de semana las cifras se disparan: “Viene mucha gente pidiéndolo y como ya lo sabemos aumentamos la cantidad hasta los 25 kilos”. Y, como las “descargonas” están sosteniendo los precios, todos, dueños de establecimientos y clientes, están encantados.

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