Galyna Oliinyk es una madre ucraniana que llegó a Oviedo el pasado 28 de febrero. Dice que en Asturias está bien, que “es muy guapa” y que la gente es “muy amable”. Lo dice tajante, con el poco español que sabe. Galyna Oliinyk tiene dos hijas, pero tiene a su marido aún lejos, en la guerra. Por eso ayer, que en Ucrania se celebraba el Día de la Madre, fue un día más emotivo, si cabe, para ella. Para ella y para las decenas de compatriotas ucranianos que ayer protagonizaron una emotiva concentración frente al teatro Jovellanos, en el paseo de Begoña. Pedían “Mup”, que es como se dice paz en ucraniano.
La concentración fue emotiva. No solo por la efeméride y por lo que está sucediendo a miles de kilómetros de Asturias. Sino también porque las decenas de ucranianos que se concentraron en Gijón aprovecharon para grabar un videoclip, entonando “Oi u luzi chervona kalyna”, que es algo así como el himno de resistencia de los ucranianos en esta guerra. Después también sonó una canción para conmemorar el Día de la Madre. “Cantamos esta canción para las madres que esperan a sus hijos a que vuelvan de la guerra. Tenemos que buscar ánimo”, explicó Halyna Zhukorska.
