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Gijón se postula para organizar el torneo internacional de tenis que acogía Moscú

Las federaciones española y asturiana presentarán este mes al Ayuntamiento un documento con las posibilidades económicas y técnicas para la ciudad

Ambiente en uno de los partidos de semifinales de la Copa Davis celebrada en el parque Hermanos Castro en 2012. | JUAN PLAZA

La invasión rusa de Ucrania no solo ha traído inflación, falta de suministros y refugiados a la ciudad, también acaba de abrir una puerta para que Gijón vuelva a ser escenario de una cita internacional de tenis, después de haber acogido la semifinal de la Copa Davis en septiembre de 2012. Se trata de la competición ATP 250 de Moscú –también conocida popularmente como la Kremlin Cup– que la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) llevaba programando desde la década de los noventa en el estadio olímpico de la capital rusa y que el pasado 2021 celebró su última edición. Ahora, a raíz del conflicto bélico, la ATP está buscando alternativas. La Federación Española de Tenis ha tomado la delantera para hacerse con la prueba y ya se ha puesto en contacto con la Federación Asturiana y el Ayuntamiento de Gijón para ver las opciones económicas y logísticas. Las negociaciones, según fuentes federativas, avanzan a “gran rimto”.

La prueba internacional estaba prevista para que se desarrollara del 17 al 23 de octumbre de 2022 en Moscú, pero la ATP está buscando alternativas. Desde que arrancó la invasión de Ucrania son muchas las federaciones deportivas y otro tipo de asociaciones que están cancelando sus citas en Rusia. Tanto la Federación Internacional de Tenis (ITF), la ATP y la Women’s Tennis Association (WTA) tomaron ese rumbo. Y ahora, en Gijón, conscientes del beneficio económico que supondría la celebración de esta competición en pista dura, se están dando pasos para que el ATP 250 de Moscú se celebre en la ciudad.

Uno de los partidos disputados en el ATP de Moscú.

Para perfilar este planteamiento será clave una reunión prevista para finales de este mes de mayo. Un encuentro en el que tomarán parte la Federación Española de Tenis, la asturiana y el Ayuntamiento de Gijón para explorar las posibilidades. Será fundamental conocer el coste que tendría para las arcas municipales esta competición y las exigencias técnicas de la ATP para comprobar la idoneidad de asumir el reto este año. Las fuentes consultadas por este periódico confirman que las conversaciones están “ya iniciadas” y que la idea ha sido recibida con muy buenos ojos por parte de todos los actores implicados.

El torneo forma parte de las competiciones programadas por la ATP y que puntúan para el ranking mundial de tenistas. En este deporte, las citas de mayor puntuación son los cuatros Grand Slam (impulsados por la ITF, igual que la Copa Davis) que se celebran en el mundo –Roland Garros, Wimbledon, el Abierto de Estados Unidos y el Abierto de Asutralia– seguidos de los ATP Masters 1000, como el que se celebró la semana pasada en Madrid con victoria del español Carlos Alcaraz. Después, van los ATP 500, como el de Barcelona (conocido como Conde de Godó), que tuvo también como vencedor al murciano al imponerse en la final al gijonés Pablo Carreño. La siguiente categoría es ya los ATP 250 como el que se quiere traer a Gijón. En España, de esta categoría, se celebra uno en Mallorca, que está previsto para junio. También los acogen unas cuarenta ciudades del resto del mundo. En el caso del que había en Moscú, la superficie era dura, pero en esta categoría también se incluyen pistas de tierra batida, césped y arcilla.

La Copa Davis de 2012 en Hermanos Castro, el antecedente

La celebración, de materializarse, del torneo ATP 250 en Gijón, no será el primer contacto de la ciudad con una prueba de alto nivel competitivo en el mundo del tenis. En septiembre de 2012, el parque Hermanos Castro acogió la instalación de una gran pista con capacidad para 15.000 personas que fue escenario de la semifinal de la Copa Davis entre España y Estados Unidos. Los tenistas españoles que lograron el pase a la final de ese año –España terminó perdiendo frente a la República Checa– fueron David Ferrer, Nico Almagro, Marcel Granollers y Marc López. Instalar la infraestructura llevó su tiempo. La colocación del graderío empezó el 17 de agosto y terminó el 28, momento en el que comenzaron a trabajar los operarios que construyeron la cancha. Crearon una base de quince centímetros de grosor con alrededor de 200 toneladas de áridos, provenientes de las obras de reparación de calzadas y colegios de Gijón, que, una vez compactada, se cubrió con una capa de cenizas, cerámica triturada, cal y tierra roja de otros cinco centímetros sobre la que se extendió la última capa medio centímetro de lo popularmente se llama tierra batida. Según los cálculos de la entonces Sociedad Mixta de Turismo, el evento tuvo 1.854.550,41 euros de gasto y 857.219,59 euros de beneficio.

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