La modificación del plan del aire de la zona oeste de Gijón, acomodándose a los cambios en las inversiones previstas por ArcelorMittal, quedó formalizado ayer con su publicación en el BOPA, sustituyendo la exigencia de instalar un nuevo filtro en el sínter B de Arcelor por una chimenea más alta en el mismo y la instalación de un nuevo filtro en el enfriador del sínter A, inversiones que suman 7,2 millones de euros.

La empresa justificó el cambio en el hecho de que el sínter B va a clausurarse definitivamente en 2025. La chimenea de 60 metros que tendrá que habilitar antes de que acabe este año en el sínter B será desmontable, mientras que el filtro que sí plantea instalar en 2023 se hará en el sínter A, que se prevé mantener operativo.

Fructuoso Pontigo, de la Coordinadora Ecologista de Asturias opinó que elevando la chimenea del sínter B en vez de colocarle un filtro, como antes se establecía, se conseguirá “que la contaminación llegue más lejos y contamine más allá del Lauredal”.