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La familia del expolicía afgano Tahir conoce el mar en Gijón: «Es mejor de lo que imaginamos»

«Al fin tendremos una vida tranquila», afirma el padre, que logró sacar a su mujer y a sus hijos de su país

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En imágenes: El expolicía afgano Tahir se reencuentra con su familia, que ve por primera vez el mar en Gijón Marcos León

La historia de Tahir ha tenido un final feliz. Y ha sido en la playa de San Lorenzo. Tras sacar a su mujer y sus siete hijos de Afganistán y llevarlos a Madrid –donde residían desde el pasado mes de febrero– ayer, por fin, llegaron todos a Gijón. “Estoy muy feliz”, aseguró el afgano, quien después de tanto calvario tiene muy claro lo que le viene por delante: “Lo que queremos es una vida tranquila, sin problemas, lejos de la guerra. Ahora tenemos para los niños un futuro muy bueno”. Llegaron a la estación de autobuses en torno a las cuatro de la tarde, cansados, pero eufóricos. Acompañados por voluntarios y trabajadores sociales, el día no iba a acabar ahí. Tahir lamentaba que su mujer y sus hijos nunca habían visto el mar, por lo que cumplió un nuevo sueño para ellos. Después de comer y reponer fuerzas, ellos y los voluntarios tomaron rumbo hacia la Escalera 8 de San Lorenzo con los ojos tapados. A la cuenta de tres –en un emotivo momento– se quitaron las vendas y contemplaron las aguas del Cantábrico. “Les parece mejor de lo que imagiban”, celebró Tahir al ver a su familia rebosando felicidad.

Así fue el emotivo momento en el que la familia del expolicía afgano Tahir conoce el mar en Gijón: «Es mejor de lo que imaginamos»

Así fue el emotivo momento en el que la familia del expolicía afgano Tahir conoce el mar en Gijón: «Es mejor de lo que imaginamos» VÍDEO: Nel Oliveira / FOTO: Marcos León

A finales de febrero se juntaron todos en Madrid, pero sus planes pasaban por tener una nueva vida en Gijón. “Quiero agradecer a todas las personas que me han ayudado, a los abogados y a la ministra Pilar Llop”, apuntó Tahir ya en suelo gijonés acompañado de los suyos. Ahora, los siete hijos –de 21, 16, 13, 11, 9, 8 y 7 años– y su mujer se encuentran en la primera fase de acogida, por la que recibirán un apoyo económico hasta que sean autosuficientes y pasen a la segunda. Los nueve integrantes de la familia tendrán un alojamiento temporal en la ciudad mientras encuentran una casa y, Tahir, un contrato de trabajo. Uno de los voluntarios que ha ayudado a Tahir en todo momento –M.G.Almozara– pone a disposición su número de teléfono (699 715 355) para que todo aquel que sepa de un alojamiento lo ofrezca para la familia.

“Encontrar un alojamiento para nueve en verano en Gijón es casi misión imposible”, lamenta Almozara. A pesar de que Tahir y su familia ya se encontraban en Madrid desde el pasado mes de febrero, la guerra de Ucrania retrasó sus planes de llegar a Asturias. La llegada de refugiados ucranianos colapsó la Administración, por lo que quedaron a la espera de solventar su situación en un alojamiento provisional en el barrio madrileño de Vallecas. Finalmente, tras varios meses de espera, llegó el momento.

El calvario de Tahir –que prefiere no hacer públicos sus apellidos por protección– comenzó hace más de cinco años cuando decidió huir de Afganistán por amenazas de los talibanes. Trató de traer a España a su mujer y sus siete hijos, pero no lo logró hasta el pasado mes de febrero. La situación de Tahir logró llegar a la mesa de la ministra de Justicia, Pilar Llop, que se volcó personalmente para facilitar una salida a la familia del país. Al no producirse fue el propio Tahir el que tomó cartas en el asunto para ir él de forma personal a por los suyos. Tras lograr el visado para viajar desde Madrid logró que su familia atravesara la sinuosa frontera entre Pakistán y Afganistán, por donde finalmente lograron una salida. El círculo se cierra y todos tendrán una nueva vida en Gijón.

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