Llevo años compartiendo con mis pacientes esta visión de los cuidados de belleza según el enfoque de la escalera.

No importa en el momento en que cada cual se encuentre: si es la primera incursión que hace con sus cuidados estéticos, si lleva años haciéndolo, si los objetivos son pequeños, o si son muy ambiciosos ... sea cual sea la situación, voy a contar en qué consiste, porque creo firmemente en ella.

Empecemos por los “escalones”

Los cuidados de belleza, como si de una construcción se tratara, se inician desde los cimientos. Es crucial empezar por el principio, y volviendo a la escalera, ir subiendo peldaño a peldaño. El primer escalón son los cuidados cosméticos domiciliarios, el segundo son los tratamientos estéticos profesionales en cabina, el tercero la medicina estética, y el último la cirugía.

Es necesario subir uno a uno, empezando por el primero. Ahora bien, no es necesario llegar al último, cada persona decide dónde quiere quedarse, dependiendo de dónde quiera llegar y qué esté dispuesto a hacer por ello.

Aunque es algo más que evidente, me gustaría resaltar que no se puede conseguir lo mismo estando en uno u otro, puesto que cada técnica, sistema o tratamiento tiene sus indicaciones específicas. Vamos, que estos reclamos publicitarios tipo “alternativa al bótox”, “alternativa a la liposucción”... tienen poco que ver con la realidad, y sólo pueden conducir a grandes decepciones. Veamos en qué consiste cada uno de ellos.

Cuidados cosméticos domiciliarios

El tratamiento diario de la piel en casa es un requisito imprescindible para toda persona que quiera cuidar su piel. Una piel bonita no pasa desapercibida, es un imán de belleza. Siempre digo que refleja salud, e incluso que da un toque de lozanía y juventud con independencia de la edad que se tenga. Cada persona tiene unas características concretas de base, pero siempre se puede mejorar. Hay pieles en las que se consiguen cambios espectaculares, y otras, que ya está bien, podrán aspirar a estar ¡wow!

Afortunadamente, a día de hoy existen en el mercado infinidad de cosméticos, basta con dejarse asesorar por un profesional para sacar el mayor rendimiento a lo que nos aplicamos cada día. Y me gustaría recalcar que la mayoría de las veces no son necesarios un montón de pasos, pero sí que lo que se haga tenga sentido y esté acorde a las necesidades de cada piel y los objetivos de cada persona.

Tratamientos en cabina

Lo que más me gusta de este escalón es que además de los beneficios que reporta a la piel y a la persona, para los profesionales es un sistema de diagnóstico en toda regla. Poder observar las respuestas de cada piel a las diferentes manipulaciones, productos o aparatos, es un regalo. Y la información, y cuanta más mejor, es un arma muy poderosa.

Aquí se incluyen los protocolos cosméticos profesionales, técnicas manuales y aparatología como la electroterapia, las radiofrecuencias, la endermología, las ondas de choque, los ultrasonidos, la terapia led, ...

Medicina estética

Me gusta definirla como la guinda del pastel. Observo que pese a estar de plena actualidad, y en auge, es una grandísima desconocida. Por un lado, está el paciente que se hace de todo, sin ningún control, y por otro, el que tiene un miedo desmesurado. Como siempre, lo mejor es que el profesional analice cada caso y ofrezca las opciones apropiadas. La medicina estética, al igual que la belleza, ha de ser con cabeza.

Cirugía

Llega allá a donde las otras opciones no pueden llegar. Imaginemos unos párpados que están tan caídos que incluso impiden la visión, un óvalo facial sin ninguna definición, o unas orejas despegadas... por citar algún ejemplo. Por mucho empeño que pongamos en diseñar los escalones 1, 2 y 3, los objetivos son inalcanzables.

Pero volviendo al principio, y para remarcar la importancia de este orden, pensemos en este ejemplo: una piel triste, sin vida, descuidada ... jamás lucirá el resultado de una cirugía de párpados, blefaroplastia, del mismo modo que una piel cuidada.

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