“Muchas veces me doy cuenta de que acabé de escribir sobre la marcha, escribo por inercia, escribo en definitiva para saber lo que va a pasar”. Javier Pillastre presentó ayer, en conversación con Leticia Sánchez, su obra de narrativa breve “El relámpago y después el trueno”. “Esa mezcla de cosas opuestas, y la mayoría de veces muy alejadas, es lo que me impulsa a seguir hacia delante y es lo que busco en los cuentos”, destacó el autor. “Los relatos los escribo con una tensión que son de micronovelas, para que no se varíe ni el estilo ni la voz”, incidió durante el encuentro con el público, que tuvo lugar en la Escuela de Comercio, y donde también confesó su “adicción” por escribir. “Empecé hace diez años, en un taller, fue una experiencia muy íntima, noté que llegaban cosas que estaban dentro de mí, y a partir de ahí cogí esa adicción a escribir”, subrayó.