“Hay que evaluar más y mejor”. Es el análisis crítico sobre estado de la salud mental en Asturias y que ayer señaló el psiquiatra Julio Bobes, quien junto a la Asociación Hierbabuena –organización compuesta por personas con diversidad mental que sufren problemas psicosociales– recibió ayer el premio Norbienestar por su labor de estudio y apoyo sobre el impacto de la pandemia en el bienestar social de la sociedad. A la entrega de galardones, en el recinto ferial Luis Adaro, también acudió Melania Álvarez, consejera de consejera de Derechos Sociales y Bienestar. “Tenemos una cuestión pendiente que es la valoración de la discapacidad y no voy a marcharme sin haberla encarrilado”, subrayó la socialista.
“Tenemos capacidad para estar dentro de las prácticas que se realizan de forma internacional y sabemos qué respuesta hay que dar. Pediría evaluar más y mejor, aprender más y exprimir más los datos”, reclamó el psiquiatra Julio Bobes tras recoger el premio, entregado por Ana Fernández Zapico, directora general de Planificación, Ordenación y Adaptación al Cambio Social. En su breve ponencia, el psiquiatra manifestó respecto a la pandemia que “la realidad nos supera por razones imprevista cuando pensamos que tenemos todas las respuestas y soluciones”. Además, Bobes –quien estudia los estragos que ha podido causar la crisis sanitaria en la salud mental– aseguró que durante los últimos años “hemos cambiado completamente el paradigma respecto a la salud mental y seguirá haciéndolo”.
Por su parte, Tomás López, presidente de la Asociación Hierbabuena, aseguró que “es tremendamente significativo que la pandemia haya puesto encima de la mesa la salud mental de la forma que lo ha hecho, después de tanto tiempo fuera de la agenda política”. Tras recoger el premio Norbienestar, en representación de su asociación, de manos de la concejala de Bienestar Social Natalia González, López celebró que la pandemia haya contribuido “a la escucha por la que venimos clamando desde siempre”, ya que “hasta entonces solo encontramos prejuicios, silencios e imposiciones”, denunció. “Hemos conocido y reconocido nuestra propia fragilidad en gente cercana y hemos sido testigos de una distancia social que para otros era lo normal”, subrayó el presidente de la Asociación Hierbabuena.
