La mujer gijonesa procesada por negarse a llevar a su hijo al colegio durante más de un curso, al negarse a que utilizase mascarillas y geles hidroalcohólicos por el protocolo covid, ha sido finalmente condenada por un delito de abandono de familia al pago de una multa de 900 euros. La abogada defensora ha confirmado a este periódico que no recurrirán el fallo del Juzgado de lo Penal número 2 de Gijón ante la Audiencia Provincial.
La procesada, de 53 años y con la custodia del menor, de once años, optó por no llevar a su hijo al colegio al considerar "una aberración" el protocolo covid, puesto que el hecho de tener que llevar mascarilla provocaba en su hijo dolor de cabeza además de pasar frío. "Le dolía la cabeza, no se quitaba en clase ni el abrigo ni el gorro porque tenía frío y no quería correr ese riesgo. Luego, estando ya en casa, le dejó de doler la cabeza y no volví a insistir llamando a médicos”, argumentó la condenada.