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La investigación a la banda de los Trinitarios lleva a declarar a una decena de menores

Los afectados recibían amenazas en el móvil con las que los implicados, dos ya en Sograndio y dos vigilados, los amedrentaban enseñando armas

Los agentes en el domicilio de uno de los detenidos. CNP

El auge de la violencia en entornos juveniles recibió un fuerte placaje por parte de la Policía Nacional hace ahora casi dos semanas, con la detención de once jóvenes, siete de ellos menores de edad, vinculados a la banda de los Trinitarios. Dos de esos menores ingresaron en el centro de Sograndio (contaban con antecedentes) y otros dos en libertad vigilada. Esta banda latina había comenzado a llamar la atención de otros jóvenes, que según la Policía Nacional tenían "un alto riesgo de radicalizarle" al sentirse atraídos por la fama del grupo. Los Trinitarios se habían asentado en zonas como el barrio de Ceares, el paseo de Begoña, el entorno de los parques de Moreda y Los Pericones y en la avenida del Llano, y se les considera responsables de varios delitos "de índole violento" cometidos desde finales de 2021, principalmente agresiones y robos con intimidación a alrededor de una decena de jóvenes, también menores, que están empezando a declarar por estos hechos.

La banda de los Trinitarios en Gijón sigue bajo investigación y con varias causas abiertas. Consta, por ejemplo, que ya se ha llamado a declarar a varios menores de la ciudad por haberse visto involucrados en conflictos con una banda juvenil que tiene como parte de sus ritos iniciáticos amedrentar y atacar a otros jóvenes. Varios menores de centros educativos de la ciudad que nada tienen que ver con la banda han sido increpados verbalmente, por mensajes de texto y por redes sociales, e incluso algunos han sido amenazados "con imágenes de cuchillos y otras armas blancas", según ha podido confirmar LA NUEVA ESPAÑA.

De los once detenidos, dos eran considerados "cabecillas" de la banda, que parece tener una gran capacidad de captación en entornos escolares. Explican los agentes que los Trinitarios suelen merodear por parques públicos y centros docentes, en muchos casos ataviados con bandanas o prendas de color verde, que usan como distintivo, aunque la Policía Nacional corroboró que en los últimos meses era cada vez más habitual que captasen también a nuevos miembros a través de redes sociales, donde emplean una simbología y palabras en forma de código propias. Las cambian habitualmente para despistar a las autoridades. En muchos casos, los menores que acaban vinculándose al grupo no llaman la atención en su entorno familiar hasta que cometen algún delito de mayor seriedad. Desde el sindicato policial Jupol advierten que se percibe un repunte de casos protagonizados por menores en la ciudad.

El menor apuñalado

Por otro lado, el menor de 14 años que había resultado herido grave tras ser apuñalado, junto a otro menor de 13 años, por un adolescente de la misma edad de este última tras una discusión en una pizzería de La Arena sigue en el hospital y evoluciona favorablemente. Una de las heridas recibidas, en el abdomen, le había dañado el bazo (que tuvo que ser extirpado) y un riñón, lesiones por las que tuvo que pasar varias veces por quirófano y por las que perdió una cantidad importante de sangre. Los sanitarios del Hospital de Cabueñes han logrado salvarle la vida y su pronóstico ahora es más positivo que el de hace unos días. Se espera que salga adelante.

Los jóvenes habían explicado a testigos del entorno que habían discutido con el agresor "por tonterías", por comentarios cruzados en los que, al parecer, se hizo mención una mención al atacante, de rasgos asiáticos, que interpretó como un insulto. La reacción de apuñalar a los dos jóvenes, de forma sorpresiva, pilló de sorpresa a todo el grupo de adolescentes, que salieron corriendo tras el agresor y fueron a pedir ayuda a locales hosteleros del parque de la fábrica del Gas.

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