"Nos sentimos secuestradas". Con esa crudeza se expresa Marta Morán Merchante, madre de una alumna del colegio Eduardo Martínez Torner, en Moreda, a la que se le ha negado su salida del programa bilingüe porque, según le respondió la dirección del centro en un correo electrónico a la afectada, la pequeña tiene el nivel suficiente como "para seguir las clases en inglés". Lo que solicita Morán Merchante, que ha tramitado varias quejas al inspector de educación de la zona y a la consejera de Educación, Lydia Espina, es que a partir del próximo curso se le permita a su hija recibir clases en español y que pueda comprar el libro de la asignatura de Ciencias, con dos horas a la semana en inglés, en esta misma lengua.

La solicitud para sacar a su hija del programa bilingüe la cursó Morán Merchante vía correo electrónico el pasado 27 de mayo, recibiendo confirmación por parte del centro de esta petición el 30 de ese mismo mes. La respuesta negativa por parte de la dirección del colegio le llegó a la madre el 22 de junio. Lo que argumentan los responsables del Martínez Torner, es que, amparándose en las bases del programa, la decisión de abandonar el plan compete al equipo docente. Y, debido a que la alumna, que el año pasado cursó quinto de Primaria, tiene el nivel suficiente de inglés y las competencias suficientes en Ciencias, la directora no autorizó el abandono. "Esta asignatura nos está generando tanto a mí como a mi hija ansiedad cada vez que hay un examen", lamenta Morán Merchante.

La madre sostiene que, para que su hija pueda superar la asignatura, ha tenido hasta que traducir del inglés el propio libro de la materia. "Soy enfermera y ya tengo yo bastantes problemas como para tener que ponerme con esto", explica. Morán Merchante cuenta que prestó ayuda a su hija durante el primer trimestre y que por ello logró superar los exámenes pero que dejó de hacerlo en los meses siguientes, momento en el cual la pequeña, que pasará ahora a sexto de Primaria, comenzó a suspender. "Mi hija no es de sacar malas notas", defiende la madre.

La hija de Morán Merchante lleva en el programa bilingüe desde hace varios cursos, pero no ha sido hasta este cuando a empezado a notar las mayores dificultades. "Los conocimientos de quinto ya son más complicados y no tienen una base de inglés tan alta", razona la afectada. "Los niños muchas veces no saben ni lo que están leyendo", sostiene la madre, que asegura que hay más casos en el centro escolar. Lo que reclama es que el año que viene su hija pueda recibir clases en castellano. "No pido que esté en una clase sola ni que la pongan un profesor para ella. El año pasado ya hubo clases mixtas", finaliza.