Repartir actividades por todos los barrios y la zona rural, evitar que grandes eventos coincidan en las mismas fechas, mantener las fiestas de prao como elemento dinamizador del concejo y una llamada a los bares para que «ajusten los precios». Así ve el movimiento vecinal la petición de la hostelería de repensar el calendario veraniego gijonés para evitar que grandes festivales, como Metrópoli o la Semana Negra, coincidan en un mismo fin de semana. La propuesta, adelantada por LA NUEVA ESPAÑA, también aboga por reorganizar las fiestas de prao en la zona rural, que unidas a las grandes citas ya mencionadas habrían contribuido a «reducir» la clientela en las barras y terrazas. «Sería positivo que no coincidieran en las fechas y que pudieran repartirse por varios barrios», afirman varios presidentes de asociaciones de vecinos de la ciudad y las parroquias.
Para Manuel Cañete, presidente de la Federación de asociaciones de vecinos de Gijón (FAV), este asunto no ofrece muchas aristas. «Es cierto que las fechas se han alargado mucho, pero hay elementos suficientes para llenar la hostelería», afirma. «Cuando se hacen fiestas patronales y de prao es verdad que hay barra propia, pero también se llenan los bares cercanos», explica. Según dice, el descenso de clientes se explica por las sucesivas crisis económicas. Y lanza un mensaje a navegantes. «En algunos sitios, la hostelería está acabando con la gallina de los huevos de oro», dice. «Se deberían repartir actividades por los barrios, pero la fecha para hacer los festivales es el verano», finaliza.
Una línea parecida sigue Cristina Menéndez, la presidenta de la asociación de vecinos de La Providencia. «Los festivales no deberían coincidir en fechas para poder disfrutarlos todos los gijoneses», acuña. También lo ve así Arancha Sánchez, de la asociación «La Serena» de El Llano. «No es bueno para nadie que se solapen, pero la fecha para realizarlos es el verano», argumenta. «Sería bueno repartirlos, pero el inconvenientes es encontrar espacios grandes para hacerlo», remarca. «No estoy nada de acuerdo en lo de las fiestas patronales. Dinamizan la ciudad, son en la fecha de patrón y deberían tener prioridad sobre los festivales», remata.
Soledad Lafuente, presidenta de la asociación de vecinos «San Julián» de Somió, también defiende las fiestas patronales. «Son eventos tradicionales, no se pueden mover», valora. «Las actividades tienen que estar más repartidas por todos los barrios, pero la hostelería debería mirárselo. Mejorar calidad, servicio y ajustar los precios», agrega. Tita Caravera, presidenta de la asociación de vecinos de La Arena, coincide en que sería bueno que los festivales no coincidieran, pero con matices. «El verano gijonés es muy corto y respecto a los hosteleros hay bastante gente en terrazas. Habría que ajustar precios», dice. Sergio Álvarez, de Cimadevilla, defiende el modelo de fiestas populares. «Reducir las verbenas es contradictorio si se quieren dinamizar los barrios y descentralizar actividades», zanja.
