Un niño de cuatro años ha fallecido ahogado a primera hora de la tarde de hoy Gijón. La muerte se produjo en el Hospital de Cabueñes, a donde el pequeño fue trasladado por los servicios sanitarios del SAMU. Pese a todas las maniobras de reanimación intentadas, no resultó posible revertir su estado, después de que hubiera permanecido largo tiempo bajo el agua en una piscina. "Están totalmente destrozados", aseguran unos vecinos y amigos de la familia, que se encuentran en el domicilio en estos duros momentos.

El suceso ha tenido lugar en la piscina de la urbanización privada La Pomarada, en el camino del Cuadrante (Cabueñes). Los servicios de emergencia fueron avisados poco antes de las 15.30 horas. Cuando unos minutos después llegaron los profesionales sanitarios, se encontraron con que al padre del niño y a un vecino, médicos de profesión, que estaban ya sometiendo al pequeño a masajes cardiopulmonares. Ellos tomaron el relevo, pero todo fue inútil. La consternación en la comunidad de vecinos es absoluta.

La muerte de este niño tiene lugar pocas semanas después de que el pasado 6 de mayo falleciera otro pequeño de ocho años en la parroquia gijonesa de Leorio, después de que le cayera encima una estatua de piedra, de unos 20 kilos y un metro de altura, mientras jugaba en el jardín de su casa.