El director comercial del Banco Santander en Asturias, Juan Manuel Ballesteros, aseguró ayer que «de momento no tenemos indicadores que nos muestren alarmas, pero sí estamos siguiéndolo con atención» el efecto de la elevada inflación sobre las familias. El directivo sí ve con preocupación «la subida de la cesta de la compra, de la gasolina, de la energía; eso en la economía real impacta en los ahorros de las personas y en su capacidad de vivir mejor o peor. Nos preocupa que no seamos capaces de contenerlo y al final haga tener a las familias más pobres».

Una subida de los costes que también está afectando a las empresas, inmersas en un escenario de «incertidumbre» por la inflación, el alza de los tipos de interés y un entorno turbulento, «la tormenta perfecta», pese a lo que en el banco están constatando que «la empresa asturiana sigue apostando por un futuro más próspero; nosotros lo vemos en el banco donde vienen y nos cuentan proyectos. Creo que los fondos europeos se están esperando con gran ansiedad y que deben ser una palanca para que el empresario con proyectos, que hay muchos, vea el futuro un poco más próspero pese a este escenario tan complejo e incierto». El bancario también consideró que la subida de tipos de interés «no va a tocar umbrales peligrosos para las empresas» ni para la deuda pública, apuntando que mientras el coste de materias primas se está duplicando y triplicando, el incremento de los costes financieros será mucho menor.

El presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, indicó por su parte que «estamos en una situación difícil, delicada, con muchas incertidumbres, pero yo por naturaleza soy optimista y quiero pensar que sea una situación relativamente corta, que se vaya reduciendo poco a poco es inflación elevadísima y que se vaya normalizando la situación».

Baragaño y Ballesteros presentaron ayer el convenio de colaboración en un programa para ayudar a 20 pymes asturianas, que además sean clientes del Santander, a la apertura de nuevos mercados en otras provincias españolas, organizándoles al menos 5 entrevistas con potenciales clientes, ofreciéndoles formación y consultoría y una sesión final «networking».