La recién creada Fundación Eduardo Kocina, promovida por el empresario Jesús Kocina y adscrita a la entidad AVS, desde la que coordina el Hospital Covadonga, comenzará a tener actividad tras el verano, cuando se publicará la primera convocatoria para un programa de becas a personas con discapacidad y escasos recursos. Con ellas, se les financiará terapias con caballos en las instalaciones de Las Mestas. Este primer programa, en convenio con el Ayuntamiento, se completará con un paquete de ayudas a usuarios dependientes y otro para personas sin trabajo y en riesgo de exclusión social. "Nacemos con una dimensión pequeña, pero podemos aportar mucho a la ciudad. Es ilusionante", valoró Juan Carlos Campón, vicepresidente del grupo.

El plan de actuación lo anunciaron ayer el propio Kocina y sus recién nombrados patronos, entre los que se encuentran sus hijas, Irene y María Kocina, y sus compañeros Juan Carlos Campón, Conrado Escobar y Luis Aguado. La fundación pretende servir de homenaje a Eduardo Kocina, hijo del empresario y fallecido hace años. La directora de la fundación, de hecho, es su madre, Marisol Mesa. "La vida es un 10% lo que nos sucede y un 90% cómo respondemos a ello. Esto se me ocurrió como fruto de un hecho lamentable que sufrí hace años, pero también por el egoísmo personal de que querer sentirme bien ayudando a otros. Pero mi gran motivo para querer hacer esto tiene nombre, y se llamaba Eduardo", señaló ayer Kocina, emocionado.

El patronato se reunirá a finales de año para decidir el programa de actuaciones para 2023, y para entonces esperar recabar apoyos entre empresas y mecenas que quieran sumarse a la fundación. Pero, antes, y como forma de darse a conocer, el grupo espera poner en marcha tres proyectos en el último trimestre de este año. El más desarrollado es de las siete becas para terapias ecuestres, que serán impartidas por la Asociación Asturiana de Terapias Ecuestres y en colaboración con el Ayuntamiento. Se espera lanzar la convocatoria en septiembre. El segundo plan pretende repartir "ayudas técnicas" a personas dependientes, esto es, prestar elementos como sillas de ruedas y camas articuladas a personas de edad avanzada cuyas familias acrediten no disponer de suficientes recursos para comprarlos. El último proyecto, para personas en desempleo, busca financiar al 50% los seguros sociales en la contratación de parados en riesgo de exclusión social. "Esto ya se ha hecho en otras ciudades y la tasa de empleo es muy alta", aseguró ayer Felipe Sáez, asesor de la fundación.