Una herida en el cuello, de un lado a otro de la mandíbula, es el balance del ataque sufrido ayer por la tarde por Jesús María Menéndez Suárez, conocido popularmente como el padre Chus, en su casa de la calle Donato Argüelles de Gijón. Un incidente protagonizado por un joven, mayor de edad y origen marroquí, que frecuentaba la vivienda del exsacerdote, que fue apartado en 2015 del estado clerical tras una acusación de abuso sexual a menores que quedó sobreseída en la justicia ordinaria, aunque actualmente está investigado por otro caso de tráfico de drogas y corrupción de menores. La grave agresión –que podría ser tipificada como un delito de homicidio en grado de tentativa– se produjo con "restos de un plato que se había roto" en la vivienda, según confirman a este periódico personas del entorno más próximo al padre Chus, que fue trasladado al Hospital de Cabueñes, donde precisó de una transfusión de sangre. Su vida no corre peligro.
El incidente ocurrió en torno a las dos y media de la tarde y hasta el lugar acudieron varias dotaciones de la Policía Nacional, incluidas patrullas sin distintivo, así como una ambulancia y una UVI móvil. De la investigación se han hecho cargo los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) y actualmente se encuentra reservada a la espera de elaborar el atestado que remitirán al Juzgado. Los sanitarios, por su parte, asistieron al padre Chus durante un buen rato en la UVI antes de su traslado a Cabueñes. Sangraba profusamente, pero las heridas, afortunadamente, no era muy profundas, aunque sí en una zona delicada, próxima a la yugular. En todo momento se encontraba consciente.
Por lo ocurrido, confirman fuentes policiales, se ha detenido a una persona que se encontraba todavía en el lugar. "Es conocido, es un joven habitual de acudir a casa de Chus", señala uno de los amigos del afectado, que reconoce que "no es la primera vez" que el religioso se enfrenta a graves amenazas o episodios tensos. "Estos episodios no son la norma, pero es el peligro de ayudar a gente con problemas y algunos que a veces son conflictivos", reflexiona la misma fuente. El padre Chus, de 69 años, permanece hospitalizado para recuperarse de las lesiones sufridas. La herida sangraba mucho, algo que preocupaba a su entorno al tener en cuenta sus problemas de diabetes y tensión baja.
El conocido exsacerdote lleva años acogiendo a personas con problemas en su piso de la calle Donato Argüelles. Es por ello que su controvertida figura siempre ha generado partidarios y detractores, especialmente desde que la Iglesia le apartó de sus funciones sacerdotales a raíz de una denuncia de abusos sexuales a menores que quedó archivada. Pero la labor policial nunca cesó y el 11 de noviembre del año pasado fue detenido en su casa por los delitos de corrupción de menores y contra la salud pública. Ingresó en prisión por orden judicial, que mantuvo la causa bajo secreto de sumario mientras iba tomando declaración a una veintena de personas vinculadas al caso. Quince de esos testigos eran menores de edad, y buena parte tutelados por la administración o centros de acogida. Pasada esa fase de instrucción, el padre Chus recuperó la libertad provisional en el mes de marzo. "Estoy bien y confío en la Justicia", compartió el padre Chus a su salida del Centro Penitenciario de Asturias.
