Jesús María Menéndez, conocido popularmente como el padre Chus, tiene que claro que no denunciará al joven de origen marroquí que le apuñaló en el cuello el jueves de la semana pasada, empleando para el ataque un cuchillo y un plato roto. Tampoco ejercerá la acusación particular llegado el juicio. De hecho, fuentes del entorno más próximo al afectado, consultadas por este periódico, confirman que el exreligioso gijonés ha quitado hierro a la agresión sufrida, entendiendo que el joven marroquí es una persona «con problemas mentales».

El padre Chus recibió el alta el pasado lunes tras varios días ingresado en el Hospital de Cabueñes, donde llegaron a realizarle una transfusión, puesto que las heridas sufridas en el cuello provocaron gran pérdida de sangre. Ahora lleva el cuello vendado y se encuentra bien, en su domicilio, recuperándose por completo del violento episodio.

Su agresor, que fue detenido por la Policía Nacional escondido en una de las habitaciones de la casa del padre Chus. Reconoció los hechos durante su declaración ante el juez de guardia, que decretó su ingreso en prisión provisional acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa.