La escritora gijonesa Carmen Gómez Ojea falleció en la tarde de ayer a los 77 años. Licencia en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo, su mimada obra le había hecho acumular una gran cantidad de premios. Con "Los soliloquios del Olvido" había quedado finalista del Premio Barbastro en 1976, y en 1981 se hizo con el Tigre Juan por "Otras mujeres y Fabia". Uno de los grandes logros de su carrera llegó en 1982, cuando "Cantiga del Agüero" le hizo llevarse el reputado Premio Nadal. Colaboradora de LA NUEVA ESPAÑA, publicó durante años un compendio de artículos en una serie que denominó "Mezclilla".

Enganchada al oficio de juntar letras desde pequeña, ella misma definió cómo veía este oficio. Señaló a este periódico en 2019, ante la pregunta de qué le costaba más del acto de escribir: "Nada. Nunca me cuesta. A mí escribir me produce una felicidad especial, no entiendo a esos escritores que dicen que esto me cuesta mucho y sufro. Yo me envuelvo en la historia, echo a andar con mis personajes y disfruto del viaje".