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El Campo Valdés vuelve al pasado en una pared

El artista Sfhir recrea en la fachada del colegio San Lorenzo una imagen de la zona en el siglo XIX

El mural recién pintado. | M. L.

Un mural como tributo al pasado. Ese es el propósito por el que la Fundación Municipal de Cultura ha recurrido al artista Sfhir para plasmar, en una fachada del Colegio San Lorenzo que da a la plazoleta Arquitecto Díaz Omaña, una imagen del entorno del Campo Valdés en el siglo XIX. El dibujo nació como complemento de la exposición "Semeyes", que puede verse en distintos centros municipales de la ciudad hasta el 26 de agosto. "La intención es que hubiera algo que se quedase de forma permanente para el disfrute de todos los ciudadanos", afirma Luis Alberto Fernández, director de programas de la Fundación. Fernández agradeció la colaboración del Colegio San Lorenzo por ceder su pared para la realización de la obra, que Sfhir comenzó a pintar el lunes por la noche con la ayuda de Adriana Domínguez. Hoy le dará los últimos retoques.

"Teníamos mucho interés en que Sfhir hiciera esta intervención", asegura Luis Alberto Fernández, que celebra la gran acogida que ha tenido la obra durante estos días de desarrollo. "Hay muchos buenos comentarios, mucha gente se hace fotos...", comenta el técnico, que aplaude el empeño del artista, que participó en la pasada edición del festival "Al Resve". El director de programas de la Fundación pone en valor que un "artista internacional de tanto prestigio" haya aceptado ser el elegido para ofrecer esta nostálgica imagen de la ciudad en un mural que representa "una fotografía histórica", como sostiene Sfhir.

Sfhir y Adriana Domínguez.

El autor, que huye del término "grafiti" para referirse a su obra, señala que el proceso de pintar el mural ha sido "tranquilo". "Ha venido un montón de gente a ver los avances", indica el creador de un mural en el que "no hay mucho spray". Sfhir, madrileño, muestra su satisfacción por estar en Gijón y protagonizar una obra que se convertirá pronto en un lugar muy atractivo para los paseantes que deseen contemplar cómo era la zona hace más de cien años. "Soy medio asturiano, tengo familia aquí y siempre estoy a gusto cuando vengo", cuenta.

Pese a dedicar todos los esfuerzos a sacar adelante el mural, las particularidades de la obra (reproducir una fotografía) impiden que se vea el sello característico del autor. "Hay poco de mi estilo, pero requiere mucha técnica", admite el artista, que lleva más de 20 años pintando este tipo de paisajes. La inspiración le viene de cualquier lugar imaginable. "Ver una exposición, un museo, una puesta de sol... La vida inspira a pintar, al menos en mi caso", observa. Respecto al mural, Sfhir comenta que "es bonito que tenga la estética de un acabado pictórico y se vean los brochazos". A partir de hoy, quedará para el disfrute de los paseantes.

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