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Grandes de Semana Grande

Ataúlfo Blanco Marina: "La hostelería y la política no son compatibles; bastante tengo con ser del Barça"

"Hay que escanciar la sidra, eso del pitorro, nada; ye como si vas al Dindurra a tomar un café y sáqueslu de una máquina"

Ataúlfo Blanco Fernando Rodríguez

Nacido en un pueblín de Colunga, La Riera, cerca de Lastres, llegó a vivir a Gijón a los 8 años. Su madre vendía pescado por la calle, cantando. El hostelero Ataúlfo Blanco Marina tiene en su negocio de la calle Cabrales un punto de encuentro en Gijón. Ahora, vuelve al pie del cañón, tras varias semanas recuperándose, para arrimar el hombro en una Semana Grande llena de gente por la ciudad. 

–¿Cómo lleva el ahorro energético con estos calores dentro del local?

–Bastante mal, porque a 25 grados aquí en la sidrería es como si quitáramos el aire. No se nota nada y pasamos mucho calor. Eso está bien para el invierno, pero no para el verano. Cuando está lleno el local se nota mucho. Al menos, hasta ahora no se ha quejado nadie, y los que lo han hecho lo hacen con cachondeo. 

–¿Cómo va la Semana Grande? ¿Se nota el ambiente?

–Muchísima gente. Tuve que pedir el alta voluntaria para poder estar aquí, aunque fuera para estar sentado en una mesa, pero el negocio es el negocio. 

–¿Tanta gente como cuando actuaron los "Rolling Stones en Gijón?

–No, hombre, no. Eso no es comparable. 

–¿Más que cuando toreó José Tomás en El Bibio?

–Aquello fue lo máximo. Porque, además, los que vinieron a ver torear a José Tomás eran de cigalas, de cuanto más grandes mejor. Besugo bueno y todo el pescado y el mejor vino y las mejores copas. 

–¿El turista que llega a Gijón gasta o va a lo barato?

–Gasta, gasta. Cada vez viene más turismo extranjero, y también de todos los sitios en general. Ahora está viniendo mucha gente de Castilla, y ahora están gastando. Ahora piden marisco y pescado, fíjese cómo han cambiado las cosas, porque antes te pedían que les pusieras una sardinita. 

–¿Qué opina del cachopo?

–Soy anticachopo totalmente. Me recuerda a la época del Caballito, que estaba ahí en el paseo de Begoña y vendía muchos. Pero nada. No sé por qué se pondrían de moda, quizá fue por el quinqui ese que llamaban "Rey del Cachopo". 

–¿Echa en falta algo estos días de Semana Grande?

–Los toros. No se entiende. Es una pena, porque venía gente de toda España. Tenía un matrimonio que venía todos los años desde Extremadura. 

–¿Y un gran concierto?

–Sí, eso sí falta también. 

–¿Le ha intentado fichar Pepín Braña para su candidatura a la Alcaldía de Gijón? 

–No, no, no. La hostelería y la política no son compatibles. Bastante tengo con ser del Barça. 

–Ahora que pasea tanto, ¿por dónde le gusta ir?

–Por el Muro. La zona de San Pedro y el Campu Valdés. 

–¿Mejor peatonal o con coches el Muro?

–Yo, peatonal todo. 

–¿Qué es lo que más le gusta de la ciudad?

–Es que no hay nada que no me guste en Gijón. Me gusta todo. Hasta los perros (risas).

–¿Verá los Fuegos?

–No. Los escucharé desde aquí, desde el local. 

–¿Qué menú recomienda para el día de Begoña?

–Salpicón de bugre, chipirones de potera y ventrisca de bonito a la plancha. 

–¿No hay postre?

–Tarta casera.

–¿Con sidra?

–Claro, hombre. 

–¿Escanciada?

–Soy partidario de eso, claro. Eso de tener un pitorro, nada. Eso ye como si vas al Dindurra a tomar un café y lo sacas de una máquina. 

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