"Esenciales e imprescindibles", "No somos invisibles", "Por un convenio digno" o "Más salario, menos precariedad". Estos fueron algunos de los lemas que mostraron las cerca de dos centenares de trabajadoras de ayuda a domicilio que ayer se reunieron con la alcaldesa de Gijón, Ana González, y que se concentraron en la plaza Mayor para exigir una mejorara de sus condiciones laborales. "La solución es la que llevamos años diciendo. Esto es un servicio esencial, competencia de la administración y se tiene que remunicipalizar o integrar en el Principado, nos da lo mismo, pero tiene que ser público al cien por cien", defendió Carmen Diego, presidenta de la Plataforma Sociosanitaria del Servicio de Ayuda a Domicilio de Asturias. Y recalcó: "A los cuidados no hay que ponerles precio sino ponerlos en valor".
La concentración de ayer llega en medio de una huelga indefinida, que los ha llevado ya a manifestarse en Oviedo y Langreo, en busca de una mejora de sus condiciones laborales. En Gijón encontraron la puerta abierta del Ayuntamiento. "Nos parece un acierto que se negocie un nuevo convenio colectivo, que apueste por un aumento del salario, y que plantee otras mejoras laborales como puede ser los 10 minutos de desplazamiento o los 30 de descanso", destacó la Alcaldesa, tras la reunión con los responsables de los sindicatos. "Gijón es el ayuntamiento que más paga la hora, la media es de 20,26 euros, mientras que en Asturias se sitúa en los 15 euros", reflexionó. "El último pliego que se redactó en la ciudad se mejoró el actual servicio de ayuda a domicilio, se aumentó el dinero, con la idea de mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras", subrayó González.
Son muchas las personas afectadas. Sandra Bousoño, es de Oviedo, trabaja en domicilios de Lugones y Viella. Ayer fue una de los trabajadores que participó en la concentración de Gijón. "Se pide una subida de un 1,2% y nos dicen que no. Las empresas cobran la hora a 14 euros y nos la pagan a 8", explica esta trabajadora. "En mi caso tengo que ir en 5 minutos de Lugones a Viella, y voy a pie, y está a 3 kilómetros. Es imposible. Otra demanda que tenemos es unos tiempos de desplazamientos reales", indicó.
En cambio, sí que le toca utilizar su coche para moverse por los concejos de Nava, Sariego, Bimenes y Cabranes a Casandra Forcelledo. "Este último mes hice 2.290 kilómetros, son casi unos 450 euros que tengo que adelantar. Pagan el kilómetro a 0,24 y lo quieren subir a 0,27 céntimos, pero es que la gasolina ha subido el 50%. Y luego está el gasto que hacemos de nuestro coche, que he tenido que cambiar el cambio y el embrague hace nada, porque utilizamos carreteras rurales que son peligrosas", explicó sobre su caso. "Hay gente que no ve a nadie en todo el día. Aunque sea solo para la compañía y comprobar que está bien, nuestra visita es esencial, queremos que se nos valore", enfatizó.
A todas estas demandas se suma otra que apunta Verónica Casado, que asume los concejos de Cangas de Onís, Onís y Amieva. "Sería necesario tener jornadas continuas y no partida, a veces estás perdida en un pueblo una hora, esperando a ir al siguiente. Pedimos también conciliación", argumentó.
Por su parte, desde Izquierda Unida, la coordinadora en Gijón, Ana Castaño, trasladó su apoyo a las trabajadoras: "Es una respuesta valiente y decidida frente a una patronal inflexible, que se niega a mejorar las condiciones laborales de más de 3.000 trabajadores en Asturias, la mayoría mujeres". Y subrayó en la misma línea: "El sector de los cuidados deber ser cuidado, y paradójicamente esto no está sucediendo".
