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La Facultad de Enfermería dará clase de nuevo en la Laboral ante la falta de espacio

El centro reubicará a alrededor de un centenar de alumnos hasta el segundo semestre del próximo curso: "Ya no hay más opciones"

La actual Facultad de Enfermería, con Cabueñes al fondo. | Á. G.

La Facultad de Enfermería volverá a recurrir el próximo curso a espacios sin uso en la Laboral para suplir su falta de espacio. El centro usará dos aulas del histórico edificio para reubicar a alrededor de un centenar de alumnos durante buena parte del curso lectivo mientras aguarda por una solución definitiva que todavía se antoja lejana. La medida de imparte parte de sus lecciones en la Laboral se implantó el año pasado, cuando al retomarse las clases presenciales tras la pandemia la Facultad alertó de que no podían garantizar ningún tipo de espacio de seguridad en su pequeño centro junto al hospital. Tras plantear parte del profesorado en un primer momento trasladar toda la facultad a la Laboral, finalmente se abogó por una solución intermedia: el alquiler de dos amplias aulas de la zona norte donde, incluso con distancia de seguridad, pueden distribuirse a más de 90 alumnos. Se la misma solución que se aplique ahora hasta, se calcula, el segundo semestre del curso lectivo.

La jefatura de la facultad gijonesa ya tiene cerrado la vuelta a las clases con los ojos ahora puestos en la recién iniciada ampliación del Hospital de Cabueñes. El macroproyecto hospitalario será, a largo plazo, la solución a su falta de espacio, ya que en una segunda fase las obras del complejo sanitario incluyen edificar una nueva Facultad de Enfermería mucho más amplia. El problema está siendo los tiempos. El centro formativo lleva años quedándose pequeño y la ampliación del hospital se ha ido postergando hasta hace ahora una semana. Iniciada la primera fase de obra, la constructora tiene ahora 29 meses de plazo. La facultad tendría que llegar después.

Quedan, por lo tanto, al menos otros cuatro cursos más que afrontar con las instalaciones actuales y, al haberse potenciado el uso de salas para clases prácticas y zonas de simulación de espacios sanitarios, el espacio útil para dar clase es cada vez menor. "No hay más opciones que buscar espacios fuera del centro", reconoce el docente Enrique Oltra, que lamenta, también, que el nuevo curso vaya a comenzar "sin la mínima previsión" de que la Universidad vaya a aumentar las plazas formativas de enfermería en la ciudad, una demanda cada vez más extendida en el gremio ante la evidente falta de enfermeras. La facultad gijonesa tiene algo más de 200 alumnos y el Sespa ha fichado a todos los que han querido empezar a trabajar: "Vamos tarde, lo mínimo sería hacer un estudio preliminar de cuáles son las necesidades".

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