Tras dos años sin poder juntarse por culpa de la pandemia, el Real Club Astur de Regatas recuperó una de sus tradiciones más emotivos: la fiesta para distinguir a sus socios más antiguos. "Es un momento muy especial y esperado. Acuden nuestros socios más fieles, les presta mucho, era importante recuperarlo", destacó Alfredo Alegría, presidente de la entidad, en una fiesta en la que fueron reconocidos 20 socios, aunque dos de ellos no pudieron acudir.
"Es una ilusión, un orgullo y un privilegio estar reunidos aquí con unas personas estupendas, me da una ilusión enorme, ha sido un evento muy emotivo", destacó Domingo González tras recibir la insignia de oro de la entidad. "Pertenecer a este club es un privilegio por lo que representó, representa y representará, y por la situación única que tiene en la ciudad", comentó, junto a Juan José Dapena, otro de los socios reconocidos. "Los valores no han cambiado en medio siglo y eso es lo importante y lo que hace especial al Club de Regatas", incidió. "Esperemos que los jóvenes del futuro no desvirtúen la esencia y los valores de esta entidad", añadió a continuación González.
Una eucaristía, oficiada por el párroco de San Pedro Javier Gómez Cuesta en el pabellón de Santa Catalina, abrió la fiesta de ayer en el Club de Regatas. Tras la entrega de las distinciones se realizó la foto de grupo de todos los socios galardonados. Y para finalizar, acompañados de sus familiares, se celebró una cena.
"Aquí estoy como en mi casa, llevo más de 50 años, no fallo todos los días a mi cita con el gimnasio", comentó Fernando Ruiz, otro de los que cumplía el requisito para recibir la distinción de socio de honor, que es tener al menos 80 años y contar con 40 de antigüedad. "Este club es una sociedad como muchas otras, cada uno le tiene cariño a la que pertenece. Pero aquí lo que lo hace especial es el lugar, la historia, y que la gente que es de aquí lo disfruta mucho y se siente muy en casa", detalló el presidente del Real Club Astur de Regatas.
Antonio Triviño, con más de medio siglo de su vida vinculado a la entidad socio deportiva, vivió un día muy especial. "Es que este club es algo único", indicó, para añadir que sigue disfrutando de sus actividades y su ambiente como el primer día: "Es algo casero, llevo 50 años por aquí, voy algo menos a la piscina, pero no fallo a la cita de todos los domingos con la familia a comer".