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Giuseppe Maddaloni baja la persiana del Vesuvio, la popular pizzería de Gijón

El negocio cambia de manos tras 35 años de "mucho trabajo" y "los mejores ingredientes, traídos desde Italia"

Giuseppe Maddaloni, ayer, bajando la persiana del Vesuvio. | Marcos León

Giuseppe Maddaloni levantará por última vez la persiana, como propietario, del popular restaurante Vesuvio, frente a los Jardines de la Reina, el próximo 2 de octubre. "Siempre estuvo a tope desde el primer día, pero no ha sido un placer. Aquí se ha trabajado mucho", señala el hostelero de un negocio fundado en 1987 y que ahora pasará a formar parte del Grupo Gavia, como desveló LA NUEVA ESPAÑA el pasado viernes. "Mantendrán el restaurante y la actual plantilla de 17 trabajadores, aunque harán alguna reforma. Espero que mantengan la calidad en el producto", reflexiona el todavía dueño del Vesuvio.

Maddaloni conoció a su actual esposa, la gijonesa Rosario Mejido, en Bélgica. Se casaron en 1977 y fue el motivo del viaje sin retorno del "pizzaiolo" (pizzero en italiano) hasta la villa de Jovellanos. En 1981 fundó la pizzería Napoli en la calle Ezcurdia, una de las pocas que había en Gijón por aquel entonces. Duró hasta 1986, pero no fue el fin del negocio. En mayo de 1987 abrió lo que ahora es el Vesuvio en la zona del puerto deportivo. "Siempre fue la mejor zona de Gijón", asegura Maddaloni, recordando las largas colas que había los fines de semana en la década de los 90 del siglo pasado: "Había que pedir permiso para pasar".

Giuseppe Maddaloni se tomará un tiempo para viajar por el mundo y "gastar algo de la herencia de mis hijos", tal y como bromeaba ayer en su local, con una sensación agridulce. Por un lado, la de dejar atrás lo que fue el negocio de su vida. Por otro, el de alegría, porque "sé que ahora voy a vivir mejor que antes". Maddaloni fue todo un pionero en Gijón. Revolucionó las pizzerías –sin tanto auge como en los tiempos actuales– al hacer visible el horno de leña entre los comensales. Además, desde el inicio nunca se sirvieron licores. Una medida que mantienen a día de hoy.

Son 35 años al frente de uno de los negocios más punteros de la ciudad. "Lo cierto es que aquí nunca faltó el trabajo", señala Maddaloni, quien comenzó con siete empleados y ahora cuenta con una plantilla de 17 personas. A sus 70 años lleva jubilado desde hace casi un lustro, pero continúa supervisando un negocio con el que finalmente no seguirá ninguno de sus tres hijos: Vicente, Enmanuel y Sabrina.

Margarita y escalope

Lo que comenzó siendo un pequeño local terminó expandiéndose hasta los cuatro que ahora ocupa el negocio. Desde su apertura, explica Maddaloni, "siempre se utilizaron los mejores ingredientes, traídos desde Italia". Una calidad que la afluencia de clientela ha ratificado con el paso de los años. Algunos de ellos, incluso, grandes figuras. "Es mejor no saber quién come o deja de comer", reía ayer tímidamente Maddaloni.

El "pizzaiolo" explica que siempre tuvo una extensa carta de productos en el que se queda con dos en concreto, los que más han triunfado con el paso de los años: la clásica pizza Margarita y el escalope napolitana. Además de pizzas, en el restaurante también ofrece pasta, carne y pescados al horno.

Tras años y años de duro trabajo, el Vesuvio de Giuseppe Maddaloni echará el cierre para ser el Vesuvio del Grupo Gavia. En principio, según comenta el propietario, el negocio quedará tal y como está en estos momentos a excepción de una rápida reforma para abrir el nuevo establecimiento a la mayor brevedad posible.

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