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Un taller gijonés restaura un busto da la reina Isabel II recuperado de la fábrica de La Vega

Laura Aylagas trabaja para recuperar una escultura de hierro de la monarca española: "Estuvo muchos años a la intemperie"

Laura Aylagas interviene en el busto de Isabel II. | VITI AMIEVA

Una escultura "real", restaurada en Gijón. Se trata de un busto de la reina española Isabel II, que se encuentra en pleno proceso de renovación en el taller de conservación y restauración Arcadia, regentado por la gijonesa Laura Aylagas. Perteneciente a la Delegación de Defensa del Principado de Asturias, la escultura en hierro fundido data de 1858 y representa a la reina cuando apenas tenía 17 años. Aylagas cuenta cómo llegó a sus manos este proyecto. "Fue un concurso público en el que participamos varios restauradores", explica. El busto, recuperado de la fábrica de La Vega, se atribuye al escultor Francisco Elías Vallejo, director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y fue la primera obra del taller de fundición de la Fábrica de Armas de Trubia. Además, se hizo una copia en hierro para festejar la visita de la monarca a la ciudad de Oviedo.

Laura Aylagas, formada en la Escuela Superior de Arte del Principado de Asturias y regente de Arcadia desde 2015, desgrana las dificultades que ha experimentado la escultura, sometida a múltiples estudios antes de dar inicio a su restauración, cuya duración total alcanzará las cinco semanas. "Estuvo muchos años a la intemperie y en un estado de conservación deficiente", declara Aylagas, que señala que es "básico" realizar un análisis sobre el tipo de corrosión sufrida con el paso de los años. "Primero se hacen los análisis, se inhibe la corrosión, se limpia y se protege la escultura para que no haya problemas en la conservación", desarrolla la restauradora, que lamenta el deterioro padecido por la pieza durante más de un siglo.

El busto de Isabel II.

Uno de los aspectos más llamativos de la obra es el impacto de bala que presenta en la zona inferior, producido durante la Guerra Civil. El impacto se mantendrá para preservar su autenticidad y ejercer de marca histórica. "El Ministerio de Cultura, propietario del busto, pidió que se dejase como testigo histórico", apunta Aylagas, que añade que esta circunstancia "no interfiere en la obra".

Laura Aylagas, especializada en restauración pictórica, no duda en mostrar su alegría por afrontar esta tarea, la cual encara con mucha ilusión. "Me pareció un proyecto muy bonito y una escultura muy curiosa", afirma Aylagas, que recibió con los brazos abiertos la llamada de la Delegación de Defensa del Principado. La gijonesa revela que la pieza "le gustó especialmente". Asimismo, pone en valor su importancia a nivel histórico. "Es una figura que nadie conocía", comenta sobre la obra, de la que sostiene que "es una manera de que la gente vea que tenemos un patrimonio rico". "Es una pieza muy interesante", agrega Laura Aylagas.

Como explica la gijonesa, el proyecto se halla en una fase intermedia, durante la que cobra especial relevancia la limpieza de la obra. Para conocer qué disolventes son adecuados para llevar a cabo el proceso, el busto fue sometido a diversos estudios científicos y técnicos, entre ellos un análisis de fluorescencia "UV", uno semicuantitativo por "FRX" y otro mediante microscopio digital.

Todos los procesos efectuados en el proyecto siguen el protocolo demandado en el tratamiento de las obras de arte, de forma que no existan tratamientos excesivamente intervencionistas que alteren la integridad de la pieza. Una iniciativa en la que Laura Aylagas ya está volcada en su taller, Arcadia, que albergará la remodelación de una obra con mucha historia y de gran valor histórico-artístico para la región.

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