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El instituto Jovellanos premia el esfuerzo y sacrificio

Mateo Mencía recibe "orgulloso" el galardón "Aurelio Menéndez" al mejor bachiller: "Nunca he renunciado a hacer otras actividades"

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Mateo Mencía recoge el diploma del premio de manos de Juan Carlos Ayllón, ayer, en el Instituto Jovellanos. Marcos León

Trabajo, constancia y sacrificio. Son tres virtudes que han mostrado todos y cada uno de los alumnos y alumnas del Instituto Jovellanos distinguidos con el premio "Aurelio Menéndez-Mercedes García Quintana", creado a instancias de la familia del exministro de Educación para reconocer la excelencia académica de los alumnos del centro. Tras quince ediciones, en total han sido 23 alumnas y cuatro alumnos los que se han llevado este reconocimiento, dotado de 2.000 euros. El último, y el primer varón en lograrlo en solitario, ha sido el gijonés Mateo Mencía Rodríguez, tras sacar matrícula de honor en su paso por el Bachillerato Internacional de Ciencias. Ayer fue homenajeado en el salón de actos del Instituto Jovellanos durante un acto en el que participaron David Artime García, director general de Ordenación de la Consejería de Educación; Juan Carlos Ayllón, director del centro educativo; Eva María Díaz, integrante de la AMPA; Gerardo Menéndez, hijo de Aurelio Menéndez, y Carmen Palomo, internista en el HUCA. "La mayor parte de estos años la he dedicado al instituto, pero nunca he renunciado a hacer otras actividades", incidió el joven premiado.

Americana azul, polo blanco y un puñado de nervios antes de subirse al escenario para tomar la palabra. "Decía Séneca que nadie ama su patria porque sea grande, sino porque es suya", comenzó articulando Mencía, previos agradecimientos a los asistentes, profesores, compañeros y familiares: "Mi paso por este centro me ha hecho que me sienta identificado con esta frase, porque el Jovellanos ha sido para mí una segunda casa durante los últimos años". "Ahora, fruto de un constante esfuerzo y una gran dedicación tengo el honor de recibir este reconocimiento", remató el premiado en su breve intervención, cargada de sentimiento. El discurso que también tuvo gran carga emocional fue el del profesor José Ramón Noval, tutor del Bachillerato que cursó el premiado. "Recuerdo a Mateo como un chico tímido e introvertido, de los que siempre llegaba temprano a clase. Nos has dejado huella a todos los que te conocimos", señaló el profesor entre lágrimas, previa enumeración de una serie de recuerdos y anécdotas. "Espero que puedas dedicar parte de tu tiempo a la docencia, porque realmente vales para ello", remató Noval entre los aplausos de los asistentes.

Aficionado al cine, a las series y a la práctica deportiva, el joven Mateo Mencía ya cursa –gracias al 13,633 que logró en la pasado EBAU– el doble grado en Matemáticas y Física en la Universidad de Oviedo, para el que necesitó una nota de 13,2 sobre catorce. "Está cumpliendo con mis expectativas. El cambio más fuerte lo noté entre primero y segundo de bachillerato, sobre todo en la carga de trabajo y en la necesidad de tener una mejor organización", comentó el joven, acompañado ayer por su padre, Javier Mencía; y su tía María del Mar Mencía, a los que no les cabía la sonrisa en la cara de los orgullosos que estaban.

El que también tuvo parabienes tanto para Mateo Mencía como para la comunidad educativa fue el director general de Ordenación, David Artime: "Quiero poner en valor su talento y capacidad, pero sobre todo su esfuerzo y perseverancia. Un expediente como el de Mateo no solo se consigue con talento, sino con dedicación y pasión por hacer las cosas bien". Por su parte, el director del centro educativo, Juan Carlos Ayllón destacó los méritos del ayer premiado, pero también de los tantos otros que como Mateo Mencía también tuvieron el honor de recoger el premio al que dan nombre el exministro Aurelio Menéndez y su mujer, Mercedes García Quintana. "Es una de las formas que tenemos para estimular al alumnado". Tras leer los méritos profesionales y trayectoria vital de Aurelio Menéndez, el director del Instituto Jovellanos también quiso acordarse de todos los premiados en las catorce ediciones anteriores, leyendo uno por uno los nombres de los galardonados. "Muchos de ellos han terminado sus carreras con brillantes expedientes y están ejerciendo su profesión en lugares de reconocido prestigio", aseguró Ayllón.

Cine y series

Después de las intervenciones y los reconocimientos a los méritos académicos del joven estudiante Mateo Mencía, la jornada continuó en el Instituto Jovellanos con la lección inaugural del nuevo curso. La encargada de realizar la ponencia fue una de las brillantes exalumnas que cursó sus estudios en el centro entre 1986 y 1989, la doctora e internista en el HUCA Carmen Palomo. El motivo de la ponencia, titulada "El final del covid-19", no fue otro que la pandemia, en el marco de un curso que ha comenzado en todos los centro cargado de la ansiada normalidad.

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