La sentencia judicial que anula los acuerdos administrativos del plan de renaturalización del Piles por incluir sus pliegos una "voluntad manifiesta" del gobierno local de abolir el anillo navegable implica, a juicio del Grupo Covadonga, impulsor de la demanda, que el canal para piragüistas debe volver a abrirse "cuanto antes" y una vez se limpie el río de vertidos, "que es la verdadera causa de su contaminación". La entidad que preside Antonio Corripio ha ganado en los tribunales, si bien el fallo puede ser recurrido ante el TSJA, la tramitación de un proyecto que tiene aprobados 2,8 millones europeos que podrían verse ahora en peligro. El edil de Movilidad, Aurelio Martín, esperará a hoy para emitir su valoración del fallo judicial.

El fallo lo emite el Juzgado de lo contencioso-administrativo número 1 y lo firma Estefanía López, la misma jueza que ya tumbó el "cascayu" el pasado marzo. Para este caso alega dos razones básicas. La primera es más bien un tecnicismo: asegura que el gobierno local adjudicó la redacción del proyecto de plan del Piles antes de resolver formalmente el recurso que había presentado el Grupo, y con el que pedía medidas cautelares. La adjudicación, por tanto, fue "irregular". La segunda razón esgrimida es la principal: tras analizar los pliegos de esta adjudicación, la jueza ve probado que hubo una "voluntad manifiesta" de suprimir el anillo navegable, una acción que vulnera los dos acuerdos plenarios que en 2020 y 2021 señalaban que la clausura del anillo era "temporal" y que se estudiarían alternativas para mantener la práctica deportiva en el río. La sentencia, por tanto, anula el acuerdo de Junta de Gobierno que desestimó el recurso del Grupo y asegura que el gobierno local "orientó" los pliegos de la contratación para suprimir el anillo y derivar la práctica deportiva al curso bajo del río. "Siempre dijimos que llevar la práctica deportiva al curso bajo del río no es viable, especialmente para los niños, porque estaríamos a merced de las mareas", recuerda el Grupo, que cree que el fallo es "demoledor". "Ya se había acreditado que el estado del río no se debía al anillo. Solo hay que ver cómo está ahora pese a que el anillo lleva más de dos años cerrado", añade, por su parte, Lucía García Alonso, letrada del Grupo.

Aspecto actual del anillo a la altura del Grupo. | Marcos León

Ahora, el Grupo vuelve a poner sobre la mesa las dos opciones que les había trasladado al gobierno local como alternativas a su plan de renaturalización. Una, la elaborada por Francisco Pellicer y que abogaba por una "ribera preciosa que se podía lograr reduciendo los azudes, pero manteniendo el anillo", explican desde la entidad deportiva. La otra, la idea de instalar azudes hinchables que permitiesen suprimir a voluntad el anillo navegable y facilitar el curso natural del agua. El Grupo está ahora a la espera de que se confirme si el gobierno local recurrirá o no el fallo –algo esperable, por la Alcaldesa ayer señalo que "la justicia da muchas vueltas"–, pero adelanta que su intención de "salvar" el anillo es firme: "No nos vamos a quedar de brazos cruzados". Y recuerda: "Con este plan hay mucho dinero en juego".

Mientras, el entorno del anillo navegable, en su entronque con el Grupo Covadonga, lucía ayer ya intransitable. "Está lleno de ortigas", lamentaban alumnos de piragüismo de la escuela. "Ahora para entrenar se va a Trasona, pero lo hace todo mucho más difícil, sobre todo para los más pequeños", señala Pablo González, un joven grupista de 22 años de esta sección deportiva. "Por el colegio, hay que ir de tarde y se pierde una hora solo en ir y en volver. Para los niños es clave poder entrenar en su ciudad y en unas condiciones en las que pueden disfrutar de más horas de luz. Por los desplazamientos, se aprovechan menos los entrenamientos", añade. Almudena Ávila, responsable de la sección de piragüismo del Grupo, miraba ayer este acceso al río y negaba con la cabeza: "¿A esto lo llaman renaturalizar?". La instructora entiende que la sentencia es "clara" y que implica que "ya no se explique" que el anillo siga cerrado. "Primero alegaron lo de las cianobacterias, que no había, y luego este plan. Y ahora, ¿qué? ¿Hasta cuándo vamos a tener parada esta instalación?", se pregunta. "Los niños han peleado mucho para que no se cierre el anillo. Siempre hemos sostenido que es compatible con el aspecto medioambiental", añade, por su parte, Cristina Olaguibel, portavoz de las familias grupistas.

Alumnos de piragüismo del Grupo, ayer, con una de sus canoas. | M. L.

Miguel Gallo, presidente de la Federación Asturiana de Piragüismo, tildó ayer esta sentencia judicial como "una gran noticia". "Todas las ciudades prósperas y a la vanguardia han recuperado sus ríos urbanos, y uno de los síntomas de ello es cuando ves a niños y gente navegando y haciendo el deporte que sea", aseguró. El Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS), a través de su líder, Juan Manuel Feliz Granda, añadió: "Siempre dijimos que sería una desgracia para este deporte quedarnos sin el anillo. El problema del río son los vertidos". El entorno vecinal, por su parte, se muestra dividido. La zona rural de "Les Caseríes" apoya al Grupo, pero la federación de la zona urbana, liderada por Manuel Cañete, ve con dudas esta sentencia. "La democracia no puede ser judicializarlo todo, pero también toca pensar si se están haciendo bien o mal los procesos", señaló el presidente, que teme que este fallo "paralice" el proyecto.